El ministro de Trabajo, Caro Figueroa, tiene la intención de anunciar en la reunión de la Organización Internacional del Trabajo, la decisión del gobierno menemista de liquidar el sistema de convenciones colectivas y el régimen de indemnizaciones por despidos, es decir, el fin de la legislación laboral.

La decisión es una respuesta a las dificultades que encuentran las patronales para imponer por su cuenta las cláusulas del convenio Fiat-Smata en sus empresas, debido a la resistencia creciente de los trabajadores.

La sanción de un decreto —‘de necesidad y urgencia’— colocaría en la ilegalidad a esa resistencia obrera. Los 600 casos de persecución penal contra activistas y luchadores que se procesan en los tribunales del país, son un elocuente testimonio de hasta dónde es capaz de llegar el Estado capitalista en la aplicación de su régimen legal antiobrero —incluso cuando ha sido dictado por las dictaduras pasadas o por medios inconstitucionales, como es el caso de los decretos menemistas.

Los capitalistas atizan la lucha de clases; respondámoles con una firme lucha de toda nuestra clase obrera. Plan de Lucha; congresos de bases; huelga general en defensa de lo que conquistamos con la sangre de muchas generaciones obreras de todos los países.