Políticas

8/11/2001|728

Córdoba: Comenzó el “default”

Los trabajadores municipales de la ciudad de Córdoba están en lucha. El principal municipio de la provincia y la segunda ciudad del país ha entrado en cesación de pagos.


Los trabajadores municipales han salido a la lucha no sólo por el atraso en el pago de salarios sino también por el vaciamiento de la salud pública dependiente del municipio y los intentos del gobierno de liquidar el convenio, despedir trabajadores y tercerizar servicios.


La situación de la Municipalidad de Córdoba implica un punto muy agudo de la crisis provincial, porque es el municipio más rico de la provincia. Pero ya hay más de 40 comunas y municipios que están con atrasos en los sueldos y con los servicios a su cargo prácticamente suspendidos. En el camino han quedado la ayuda social, los comedores para niños y ancianos, la obra pública.


La situación de la municipalidad capitalina ha puesto sobre el tapete la crisis política existente en el seno de la coalición gobernante (Unión por Córdoba), ya que el intendente Kammerath (ex vicegobernador con De la Sota) pertenece a la Ucedé, y el peronismo le atribuye la crisis y el resultado electoral que permitió que en la capital cordobesa ganara el ex intendente y candidato a senador por la UCR, Martí.


Pero la crisis del municipio capitalino es la expresión del derrumbe de la economía provincial, sobre todo de la industria metalmecánica, que ha llevado la producción industrial a caer prácticamente un 50% en relación al año anterior.


La situación del gobierno de Kammerath es la misma que la del gobierno de De la Sota, que ha debido suspender sin fecha las privatizaciones de Epec y del juego, y que ve peligrar la del Banco Provincia ya que todavía no ha aparecido el dinero y el Banco Central no dio el visto bueno.


Por una Asamblea Constituyente


La perspectiva de una cesación de pagos generalizada ha llevado a los municipales a la lucha. Pero éstos han ido lejos y han reclamado la renuncia del intendente Kammerath, evidenciando que la satisfacción de las reivindicaciones populares (que se paguen los salarios, que se mantengan los servicios, etc.) es incompatible con la permanencia de los representantes de los banqueros y monopolios en el gobierno. La conclusión de los municipales cobra fuerza si se establece qué oponemos a los Kammerath.


La situación es similar para la provincia. Se ha vuelto a organizar la Coordinadora de Gremios Estatales, lo que revela que existe una tendencia generalizada a salir a enfrentar cualquier intento de descargar el costo de la crisis sobre los trabajadores.


La cuestión fundamental para el movimiento obrero pasa por intervenir políticamente en esta crisis, lo cual no sólo debe hacerse con los métodos propios de los trabajadores, la huelga general, las ocupaciones de empresa, etc., sino reclamando que se vayan los De la Sota, los Kammerath, los De la Rúa y los Cavallo, que renuncien y entreguen el poder a una Asamblea Constituyente soberana que reorganice la provincia en función de otros intereses sociales: los de los trabajadores. Que desconozca la deuda financiera de la provincia, que estatice integralmente la Epec y el Banco, que establezca una política industrial partiendo de la apertura de todas las fábricas bajo control de los trabajadores, el reparto de las horas de trabajo, el salario mínimo de 600 pesos por 8 horas de trabajo y el subsidio de 500 pesos para los desocupados.