Políticas

5/6/2020

Córdoba: crecen las deudas familiares de luz, mientras se beneficia a los grandes capitalistas

Alrededor del 28% de los clientes de Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec) adeuda dos meses de factura, acorde a un informe brindado por el Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep) publicado en Comercio y Justicia.


El mismo informa que hay “252.268 clientes residenciales y 36.422 comercios, industrias y empresas de servicios” que no pagaron el servicio. Es claro que, en el caso de las familias trabajadoras, la morosidad se debe a una caída en los ingresos.


Siguiendo el citado relevamiento, en lo que respecta a las cooperativas la morosidad creció un 35%, lo que representa un universo de 120 mil usuarios. Con estos registros, las facturas impagas pegaron un salto pasando del 2 %, previo a la pandemia, al 30% en la actualidad.


Todavía no hay cortes de servicios por la vigencia del decreto nacional 311, dictado el 25 de marzo pasado y la resolución 173 del Ministerio de Desarrollo Productivo que impide la baja en servicio por incumplimiento de pago hasta tres facturas. La situación de morosidad en el pago de la boleta de la luz también se produce en los servicio de agua y gas.


El punto es que la economía de las familias obreras, si prosperan las políticas en curso, no va a mejorar. Todo lo contrario: quienes gobiernan pretenden imponer un ajuste mayor. Con lo cual, las facturas impagas vendrán a engrosar lo que ya eran altos índices de endeudamiento de las familias obreras antes de la pandemia.


Mientras se pretende cobrar todo lo adeudado por parte de los clientes residenciales, hay en curso un plan para beneficiar a los capitalistas en el costo de la boleta de energía. En ese sentido, uno de los voceros de Epec, Alejandro Camponovo, declaró a LV16 que hay más de 1.600 empresas, entre ellas más del 85 por ciento de los hoteles de la provincia que serán asistidas con beneficios. Según el citado funcionario la medida es “inclusiva”. El beneficio tendrá un costo de 360 millones para la Epec; y  “en algunos casos significará una reducción del 99 por ciento” del costo de la energía.


Como se ve, las empresas tienen seguridad en cuanto al servicio de energía, las familias trabajadoras no. En un cuadro de situación donde el costo de vida es mayor que la suba de los salarios, el problema de garantizar el servicio energía es en un problema explosivo.


La solución al problema del costo de la energía, y de los subsidios indiscriminados y sin control, vendrá asociada a la perspectiva de una empresa bajo control de trabajadores y usuarios. De ese modo se beneficiará a quienes lo necesiten.