Opina M., obrero de VW

– ¿En qué consiste el acuerdo del Smata y VW?

– El gremio lo presentó en una numerosa asamblea. Ingresan los 600 trabajadores suspendidos, hay un subsidio del gobierno nacional de 600 pesos por trabajador. Es una nueva forma de pago con la reducción de 1 hora 42 minutos, aunque en realidad ahí se tragan los 45 minutos del comedor, o sea que en términos de producción es menos de una hora. (NdeR: el ritmo de producción disminuye en los momentos previos y posteriores al refrigerio; además la empresa deja de pagar el aporte para la comida.) Los trabajadores se incorporan en su mayoría a la planta nueva y ahí se trabajarán tres semanas y una de “descanso”. La burocracia pidió que no habláramos de suspensiones, eso es lo que son, porque si no se pierde el subsidio de 600 pesos. Con el acuerdo, las “horas chicas” ganan entre 10 y 90 pesos mensuales y las “más altas” pierden entre 250 y 300 pesos. Además están los retiros voluntarios para los nuevos (menos de tres años) y la jubilación anticipada para os más viejos. En la asamblea Dragún prometió que después de esto (el convenio es por cuatro meses) se discutirá el aumento salarial.

– ¿Cuál es el ánimo?

– La asamblea lo votó por unanimidad. Vio a este acuerdo como un logro: quedan dentro de planta, por lo que no hubo discusión. Los compañeros no piensan en lo que puede pasar más adelante. Yo creo que no es un logro el nuevo convenio. Es una reducción salarial encubierta, lo plantean como algo momentáneo por la crisis pero luego no lo van a modificar. Nos están jodiendo. Además la empresa no está aislada de la crisis general, ahora la producción está yendo a Brasil. Después de estos meses yo creo que no va a venir más trabajo. ¿Van a volver a suspender? ¿El gobierno seguirá pagando los 600 pesos?

– ¿Qué pensás que hay que hacer?

– La asamblea sintió esto como un logro porque dejaron de estar suspendidos. Pero no hay conciencia de clase ni discusión política. La burocracia maneja millones y las plantas están aisladas. Hay que lograr concientizar y buscar la colaboración entre las distintas plantas para que las luchas no estén aisladas como sucedió con Iveco.

Adrián Flores