Políticas

14/6/2017

Córdoba: la Legislatura aprobó la ley antihuelgas

La burocracia sindical la dejó pasar.


La ley impulsada por Unión Por Córdoba (PJ) fue aprobada con el voto positivo de todo el interbloque Cambiemos (PRO- Frente Cívico- la UCR). Los legisladores de Unión por Córdoba, Ilda Bustos (Gráficos) y José Pihen, titular de la CGT, no estuvieron presentes en la sesión y dejaron su rechazo por escrito.


 


El voto común en el recinto es la expresión de un acuerdo mayor entre Schiaretti y Macri sobre una cuestión estratégica: impedir la reacción popular frente al ajuste y los ataques que cotidianamente reciben los trabajadores. Después pretenderán con la campaña electoral disimular esta objetivo de fondo para dividir el voto popular entre los verdugos.


 


La ley llega luego de diez días de hostigamiento mediático, maniobras por parte de los funcionarios y ataques a la histórica huelga de UTA. Schiaretti y Mestre trabajaron a destajo por quebrar la lucha de los choferes y trolebuseras para avanzar en la liquidación del derecho a huelga de todos los trabajadores ya que habilitan a decretar por excepcionalidad “el carácter esencial” y así regimentar una reacción obrera creciente frente al ajuste.


 


En la sesión, el legislador del Partido Obrero, Eduardo Salas, resaltó que la ley es un mamarracho jurídico que busca la impedir a los trabajadores ejercer el único derecho del cual disponen: el de luchar. En un encendido discurso Salas, reivindicó la lucha de los choferes, desmintió que la misma había sido intempestiva, que fue largamente anunciada por los reclamos desde hace años y que los gobiernos y la burocracia de la UTA buscaron impedir. Salas calificó al proyecto como una medida propia de la dictadura y descalificó a los promotores como defensores de los derechos de los usuarios del transporte, porque a sabiendas de las penurias que provoca el servicio dejaron hacer a las empresas en beneficio de sus ganancias. Salas y el legislador Peressini (IS), luego de dejar en claro su voto negativo, abandonaron la sesión en repudio a lo que se estaba votando.


 


Las burocracias sindicales dejaron hacer. Convocaron a una concentración de los cuerpos orgánicos en los alrededores de la Legislatura donde aparecieron con un puñado de delegados; la excepción fue el sindicato de recolectores de residuos que hizo una movilización mayor y un acto. La burocracia encuentra en la ley un salvavidas para sobrellevar la rebelión de sus bases frente al ajuste, porque también sacó sus conclusiones del conflicto de UTA: el enorme protagonismo de los delegados de base. Por eso se abstuvieron de convocar al paro y preparar movilizaciones masivas para rechazar este ataque a los trabajadores y se limitaron a denunciaron el carácter anti-obrero de la legislación que se aprobaba dentro del recinto.


 


Necesitamos una nueva dirección para enfrentar esta ofensiva patronal.