Córdoba la tiene más clara
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En lo que amenazaba con ser una de las peores semanas de su gobierno, De la Sota obtuvo un triunfo político. La Legislatura aprobó su proyecto de ley de creación de juicio por jurados populares con los votos del partido de Juez, el intendente de Córdoba. Juez obligó a sus legisladores, minutos antes de comenzar la sesión, a votar a favor del proyecto oficial, luego de haber calificado al proyecto de mamarracho y al gobierno provincial de manipulador.
La voltereta de 180° estuvo precedida por una llamada de Juan Carlos Blumberg y también desde el gobierno nacional; el ministro de Justicia nacional, Rosatti, ya había adelantado el apoyo a la ley de jurados populares.
Blumberg concertó una reunión entre De la Sota y Juez por el tema de la seguridad, en una provincia agitada por los vecinos del barrio Parque Horizonte, que planteaban armarse contra los delincuentes y denunciaban a la Policía y al gobierno; días más tarde, un matrimonio de ancianos fue asesinado para robarles y una familia fue acribillada por tres chorros.
Juez y su partido, luego de reclamar la renuncia del jefe de la Policía y del ministro de Seguridad ante estos hechos, en la reunión propiciada por Blumberg en la Casa de Gobierno, ofrecieron al mismo jefe y al mismo ministro toda la colaboración y la infraestructura del Municipio para el plan de seguridad de la provincia.
Es decir, De la Sota obtuvo la ley y sorteó una crisis de gobierno gracias a su enemigo público número uno.
Lo de Juez y sus legisladores fue una definición muy amplia, ya que no eran necesarios sus votos para que saliera la ley, pues de la Sota cuenta con mayoría propia. Es decir que Juez ha decidido sumarse al pacto Kirchner-Duhalde, o sea, al operativo político del FMI y Techint. El gobierno de De la Sota-Juez tiene un endeudamiento de 7.000 millones de pesos y el 80% de los ilícitos cuenta con la participación de funcionarios policiales y/o políticos; crímenes como el de Maders, Corradini o el niño David Moreno siguen impunes.
Luego que Juez se sumó a De la Sota, las radios tronaron con mensajes de repudio de los votantes de aquél.
Córdoba la tiene más clara.