Políticas

15/6/2020

Córdoba: nuevo negociado en el Ente Municipal de Obras y Servicios Públicos

$125 millones a la caja negra del Esop. Compra de camiones sin licitación.

Concejala electa por el FIT

El Ejecutivo de la ciudad de Córdoba acaba de destinar 125 millones de pesos para la compra directa de 26 camiones a Iveco, que serán destinados al Ente Municipal de Obras y Servicios Públicos (Esop). La operación, que se realizó sin licitación de por medio, implica un significativo aumento patrimonial a un organismo del cual no se conocen tareas concretas, puesto que tanto las obras públicas como el servicio de recolección de residuos se encuentra tercerizado.


Si bien la administración de Martín Llaryora indica que se trata de una inversión necesaria para reemplazar el alquiler de camiones con los que se presta servicios de barrido y mantenimiento del espacio urbano, lo cierto es que las calles de las barriadas de la ciudad no reflejan en absoluto la erogación de 1,1 millones que implica el alquiler mensual de dicha maquinaria.


En una ciudad donde los basurales se multiplican y el barrido urbano no traspasa las fronteras de los barrios céntricos, es claro que el servicio prestado por el Esop lejos está de significar una tarea de primer orden. Sucede que, gestión tras gestión, el organismo funciona como una verdadera caja negra a la cual echan mano funcionarios municipales que viven de los negociados y las corruptelas del Estado. No es menor que este organismo se encuentre en pleno proceso de investigación judicial por la causa abierta por corrupción en torno a las empresas de recolección de residuos, que involucra a funcionarios, empresarios y miembros de la conducción del sindicato de recolectores (Surrbac).


Llaryora promociona una gestión austera y eficiente para los vecinos, pero el despilfarro de 125 millones nada tiene que ver con responder a las necesidades de las y los cordobeses. Se trata del mismo intendente que enfrenta la lucha de los municipales contra el recorte salarial y una seguidilla de ataques a su convenio laboral y el desarrollo de un verdadero ejército de precarizadxs para reemplazar sus tareas


Más que nunca, se impone la necesidad de la apertura de los libros del Esop y todas las empresas concesionarias de servicios públicos en la ciudad.