Políticas

9/6/2021

Córdoba: nuevos récords de contagios y un Código Rojo que expone la política antisanitaria de Schiaretti

La provincia se consolidó como el segundo distrito del país más afectado por la pandemia.

Imagen extraída Diario Córdoba

En las últimas 24 horas el informe oficial sobre la pandemia indicó que Córdoba registró 5.528 contagios y 44 fallecimientos, lo que marca un nuevo récord de casos en una única provincia. De esta manera se reafirmó como el segundo distrito del país más afectado por la pandemia. Hace días que las personas infectadas duplican a las de CABA.

La distribución de casos indica que en el interior provincial se registraron más contagios que en la capital. Hay ciudades como Río Cuarto, con 256 casos, o San Francisco con 150. Esto puede agravar la presión sobre los hospitales de los mencionados lugares, que son centro de atención de toda una zona.

Además, hay departamentos como Colón en donde la curva de contagios sigue en ascenso, con picos como el de Villa Allende con 64 casos, Jesús María 45, Unquillo 39, Río Ceballos 33.

Según La Voz, “el martes se realizaron 24.072 testeos. Si bien se trata de la foto de un solo día, el índice de positividad fue muy elevado, del 22,8%: el más alto de todo junio”. De acuerdo a la citada fuente, “en lo que va del mes ya se identificaron 34.733 diagnósticos positivos de Covid-19. Es decir que en poco más de una semana se equiparó la cantidad de infectados identificados en dos meses”.

Así las cosas, todo prefigura una mayor presión sobre un sistema de salud en situación de colapso. Aunque el gobierno insista con un indicador de camas que no se ajusta a la realidad, el dato de una ocupación del orden del 83,4% de todas maneras deja en evidencia la política antisanitaria.

Es que la gestión de Juan Schiaretti, junto a los intendentes de diferentes signos políticos, tomaron restricciones a medida de los intereses capitalistas, no se responde reclamos elementales de trabajadores de la salud, ni tampoco se asiste de conjunto al pueblo trabajador.

Aunque se diga que, de continuar así, se comenzará a aplicar el protocolo de última cama, lo cierto es que ya hay denuncias de personas que fallecieron sin conseguir un lugar de internación. Es el caso de Luis Lopez, jubilado del Pami e integrante de una asamblea del Polo Obrero. Este 9 de junio una caravana de jubiladxs denunciará la calamitosa situación del sistema sanitario, y en particular del Pami. Esto junto a un programa de defensa de la salud de lxs trabajadores pasivxs.

En este cuadro de situación epidemiológica, el gobierno de la provincia anunció un “Código Rojo” para la atención domiciliaria de casos de coronavirus. En ese sentido, una resolución del ministerio de Salud indica “la necesidad de sumar acciones pertinentes a las medidas ya adoptadas, a fin de atender las urgencias producidas con el objetivo de evitar impactos más gravosos para la población y lograr adoptar medidas rápidas, eficaces y urgentes en pos de dar adecuada respuesta”.

La citada resolución afirma que “resulta necesaria la creación de un módulo especial de Atención Domiciliaria para pacientes con Covid-19 positivo y pacientes post Covid-19 y la provisión de oxígeno de uso domiciliario, en caso de corresponder”. Por otra vía, la gestión provincial termina reconociendo el colapso sanitario advertido por trabajadores de la salud.

Además, también se anunció la creación de “Hospitales Modulares” para descomprimir los establecimientos sanitarios. Pero sucede que no se incrementa el personal de salud, ni siquiera se aumenta el salario de lxs saturados trabajadores que están dejando la vida enfrentando a la pandemia. Schiaretti no cuida a quienes nos cuidan.

El gobierno parece olvidar que más vale prevenir que curar. En este punto el ritmo de aplicación de dosis esta por detrás de los propios anuncios oficiales. Solo el planteo realizado por el Frente de Izquierda, de declarar de utilidad pública laboratorios como el de mAbxcience, puede dar respuesta a los reclamos de vacunación de la clase obrera.

La noticia publicada en Otro Punto de que los policías cordobeses tendrán que prestar servicios aunque sean contactos estrechos de positivos de coronavirus también deja en evidencia la orientación de quienes gobiernan. Pero esta orientación no es privativa del ejecutivo provincial, sucede que en el poder judicial también se mantuvieron abiertas dependencias judiciales hasta que los contagios hicieron imposible continuar trabajando de manera presencial.

La situación epidemiológica en la provincia es la consecuencia de una orientación que privilegió el interés de los capitalistas. Por eso en empresas como Arcor y Bagley siguen abiertas aun cuando el virus circula en las plantas. En cambio, en sindicatos independientes de la burocracia sindical como el Sutna o el de municipales de Jesús María, la pelea por protocolos de bioseguridad y la inoculación del conjunto de trabajadores está a la orden del día.

Otro foco de contagio es el transporte público, que en la capital provincial circula con una frecuencia de fin de semana, lo que provoca una aglomeración escandalosa. Las autoridades no hacen cumplir el marco regulatorio y actúan como lobistas de las empresas. La banca que ocupa Cintia Frencia presentó un programa de salida para garantizar medidas de bioseguridad y el derecho al transporte para el pueblo trabajador.

La curva de contagios, a pesar de limitadas restricciones, no se detiene. En este escenario, una intervención independiente puede torcer el curso de una orientación de gobierno antisanitaria. En esa línea, el próximo 11 de junio se realizará una protesta del movimiento piquetero, que es obligado a salir a la calle, por un pliego de reclamos como el aguinaldo para trabajadores de los comedores populares, que el gobierno se niega a dar. Solo lxs trabajadores pueden darle una salida a la crisis.