Políticas

13/9/2007|1009

Córdoba: Un régimen de fraudes

Juez Arruga

Con el escrutinio definitivo se está cerrando el ciclo del fraude electoral del 2 de septiembre. Pero las consecuencias de esta situación tardarán mucho más en cerrarse. Los fiscales de Juez participan del recuento oficial, mientras Juez llama a desmovilizarse; la movilización se va desgranando por la ausencia de perspectiva.


Juez decidió no presentar lista para las elecciones del 28 de octubre y hacer campaña por el voto en blanco. Del riñón juecista, sin embargo, salió una lista de diputados, que va con Cristina de Kirchner como presidenta, liderada por Patria Libre, funcionarios juecistas y el Frente Grande. También presentaron lista otros aliados de Juez, como el Partido Socialista y el Partido Comunista.


El candidato a vicegobernador de Juez por el Frente Cívico y Social, el radical K Antonio Rins, ratificó su voto al binomio oficialista. El mismo Juez dijo estar repensando el voto en blanco.


La amenaza del juecismo de no asumir el municipio de Córdoba y la Legislatura provincial en diciembre, ha pasado al olvido.


A Juez le corresponden las generales de la ley: los partidos patronales son incapaces de garantizar un régimen transparente.


Crisis política y fraude capitalista


La crisis desatada en Córdoba y la ruptura de Juez con el kirchnerismo revela la intensidad de la crisis política nacional. La situación de Córdoba no difiere de la Santa Cruz, donde van 170 listas para poder armar un fraude. Lo mismo en Misiones, donde se presentaron casi 2.000 sublemas con más de 18 mil candidatos. En la provincia de Buenos Aires, el kirchnerismo lleva adosadas a numerosas “colectoras”.


El fraude está en marcha para octubre, con los mismos métodos que se preparó en Córdoba: leyes de acople, de lemas, de sumatoria de votos. Más las encuestas compradas, con la manipulación del electorado a través de los medios masivos de comunicación.


El fraude tiene un contenido social preciso: defender el proceso capitalista y a sus representantes del derrumbe.


El fraude cordobés defiende un régimen de subsidios a las patronales a costa de un brutal endeudamiento de la provincia. Busca ir a fondo con la “capitalización” del Banco de Córdoba, por parte del fisco y de mayor deuda pública, para cubrir los “muertos” que dejaron los capitalistas a la banca estatal. El fraude busca sostener un régimen laboral precarizado. Juez no representaba un peligro para este objetivo, pero su victoria entrañaba un tope para la candidatura de Cristina Kirchner, que había apoyado a Schiaretti. Juez mismo abusó de la sumatoria de votos, habilitó los debates truchos, se metió en la guerra de encuestas.


El fraude nacional es la expresión de un régimen que ha hecho del fraude su modus operandis. Fraude en los índices de precios, fraude con las estadísticas, fraude con la deuda externa, fraude con los fideicomisos, fraude con… El fraude es la esencia de un régimen que con el discurso “nacional y popular” ha descargado sobre las masas la recomposición del capital nacional e internacional y ahora prepara un ataque en regla sobre el ingreso popular.


Contra el régimen del fraude, candidatos obreros y socialistas


El juecismo busca darle al rechazo popular al fraude un carácter pasivo, busca que ese rechazo no saque los pies del plato del régimen político capitalista.


La superación del fraude capitalista es imposible sin una movilización popular políticamente independiente, sin una acción de las masas con una dirección propia, porque el fraude está hecho contra las masas populares.


El Partido Obrero opone al régimen del fraude candidatos obreros y socialistas que defienden el programa de recuperación del salario, que enfrentan el régimen de precarización laboral, y que preparan a los trabajadores para una gran lucha en defensa de sus condiciones de vida.