Después de casi 40 días de ocupación, los obreros de la metalmecánica Bicupiro (Oncativo) consiguieron un triunfo: la patronal realizó un pago parcial que incluye la totalidad de la deudas de diciembre, enero, aguinaldo y parte de la primera quincena de febrero y se comprometió a establecer un cronograma de pagos para las deudas pendientes. Se trata de un importante avance después de años de avasallamiento. Queda pendiente gran parte de la deuda (cheques rebotados de 2009, salarios de febrero en adelante, vacaciones) y los signos de vaciamiento de la planta son alarmantes (no hay casi ningún tipo de insumo). El dinero para el cobro del arreglo con el cual se levantó la ocupación provino de la entrega de los dos últimos camiones que se encontraban en la planta. La patronal se niega a poner dinero fresco en la fábrica, que necesita una urgente capitalización.

Dos orientaciones en debate

La directiva de la UOM boicoteó la ocupación desde antes de su inicio y terminó proponiendo que los trabajadores se desvincularan de la patronal y solicitaran la quiebra y liquidación de la fábrica. Los trabajadores se opusieron de plano.

Ahora, ante el vaciamiento patronal, se deslizan dos posibilidades: hacerse cargo de la empresa mediante la conformación de una cooperativa o reclamar su estatización bajo control obrero. Este es el mismo debate que existió en Cive. Con la cooperativa los trabajadores pierden salario, convenio y antigüedad. Además se encuentran siempre con la necesidad de obtener dinero líquido para hacer frente al inicio de la producción y a la renovación de las maquinarias. La estatización bajo control obrero garantizará la estabilidad laboral, el salario y las condiciones de trabajo. En caso de que se produzca el vaciamiento, la ocupación y la puesta en funcionamiento de la planta deben ser las bases para reclamar la estatización a los gobiernos locales y nacionales. Las sobradas muestras de apoyo de la población de Oncativo fortalecen este planteo.