Políticas

26/5/2020

Coronavirus en Escobar: entre el aumento de los casos y los aprietes

Desde el comienzo de la cuarentena el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, ha hecho gala del sistema de salud local y cómo este estaba lo suficientemente apto para enfrentar la pandemia de Covid-19. Incluso, hasta se animó a esbozar una salida de la cuarentena –hace algunas semanas- apelando a la “conciencia ciudadana”. El paso de los días no solo ha echado por tierra estas tentativas “aperturistas” sino que también ha mostrado el estado calamitoso del sistema de salud municipal y provincial, a pesar de los protocolos que emanan de provincia y se “aplican” en el distrito.


Como avanza la pandemia en nuestro distrito


Al día de hoy, nuestro distrito es un verdadero polvorín: con 122 casos confirmados y 15 muertes (12.5% de tasa de mortalidad), es uno de los distritos más golpeados en el Conurbano bonaerense junto a La Matanza, San Martín y Moreno. Las estadísticas marcan que la duplicación de casos se da cada 14 días.


Los focos de contagios más grandes son los de Maquinista Savio y el Barrio Lambertuchi. A lo sucedido en la Clínica San Carlos (con más de 23 contagios y 9 fallecidos), el Barrio Lambertuchi, con los mercados de frutas y verduras de la colectividad boliviana y Pancochi –centros de distribución para la mayoría de verdulerías del distrito, la zona norte y hasta Entre Ríos- suma más de 30 casos. Los mercados de Lambertuchi funcionaron con normalidad hasta hace algunas semanas cuando se desató el contagio en el barrio y quedó de relieve la responsabilidad de las autoridades por no haber garantizado los controles ni la provisión de elementos de bioseguridad. El municipio, junto al gobierno de la provincia, posa de celador de la cuarentena anunciando el incremento de la presencia de fuerzas de seguridad en las calles y la posible conversión en gueto del barrio –como ocurre en Villa Azul-, a la par de liberar cada vez más fábricas para la producción –como Alba- y no controlarlas. Una impostura que pinta los reales intereses que defiende.


Los contagios que se detectaron en el Centro de Rehabilitación Dupuy en Matheu (9 trabajadores) dejan de manifiesto una vez más en qué condiciones se desarrollan las tareas del personal municipal y de salud: las medidas de prevención insuficientes y la falta de testeos entre los trabajadores llevan la tasa de contagios de los distintos trabajadores del sistema de salud local a más del 12%.


Menos testeos para aplanar las cifras… y aprietes


En los últimos días, se han multiplicado las denuncias de vecinos en las redes sociales sobre el protocolo llevado adelante en nuestro distrito. Lo cierto es que al confirmarse casos positivos -como los del Dupuy- la disposición del “autoaislamiento” se da sin tener en cuenta las condiciones materiales del infectado, ni de su grupo familiar, ni las garantías para el abastecimiento de comida y demás víveres. Incluso, el “monitoreo telefónico” ha demostrado su inexistencia. Solo se ha logrado la revisión (no testeo) del grupo familiar allí donde familiares han presionado. Sin embargo, las denuncias hechas públicas que golpean el discurso oficial de eficiencia, han tenido como respuesta llamados telefónicos instando a darlas de baja por “dejarnos mal parados”. El gobierno local que posa de abierto a sugerencias utiliza métodos de amedrentamiento cuando queda expuesta su falta de medidas a favor de la salud pública.


La falta de testeos e hisopados, como venimos denunciando, es una combinación para el ahorro de recursos económicos, por un lado, y de ocultamiento de las cifras de infectados, por el otro. El gobierno de Sujarchuk lleva al máximo esta política cuando ni siquiera monitorea a aquellos que han tenido contacto estrecho con casos confirmados.


La salud pública o los negocios de los empresarios


Las habilitaciones para abrir la producción de rubros "no esenciales" hechas por el municipio, incluso antes que la provincia lo haga, muestran la orientación seguida por Sujarchuk en el marco de una pandemia que ya se cobró cientos de vidas en el país.


Reclamamos las condiciones de bioseguridad e higiene para los trabajadores y los testeos a todo el personal y a todas las personas que han mantenido contacto estrecho con infectados. Esto debe ser así para poder tener un seguimiento del virus, evitar su propagación y realmente combatirlo. El mismo debe ser a partir del control por parte de comisiones electas por los trabajadores


En nuestro distrito el trabajo no registrado es superior al 50%. Por ejemplo, los más de 800 puesteros empadronados del Trueque de Savio, vieron desaparecer sus magros ingresos desde el comienzo de la cuarentena. Con los changarines sucede lo mismo. La medida para paliar esta situación y garantizar la cuarentena es un bono de $30.000 mensual hasta que pase el aislamiento y las consecuencias económicas de la pandemia.


Claramente, estas medidas deben solventarse económicamente: defendemos el proyecto del Frente de Izquierda de gravar las grandes fortunas. En nuestro distrito, a los popes empresariales (Costantini y Pérez Companc) les han lavado la cara con sus “donaciones” que son limosnas al lado de las cuantiosas ganancias que han cosechado con el patrocinio de Sujarchuk y los concejales de todos los bloques.


Llamamos a los trabajadores del distrito a discutir estos planteos. En este marco, es la salud de los trabajadores o la defensa de los negocios empresariales.