Políticas

28/5/2020

Crece la desigualdad laboral entre mujeres y hombres

La mujer trabajadora, nuevamente la más afectada frente a la crisis.

iStockphoto/nuvolanevicata

La clase obrera es quien padece más las consecuencias de la crisis económica y sanitaria, y dentro de ella se ha empeorado aún más la situación de las mujeres trabajadoras. En ese sentido, un estudio de la Bolsa de Comercio de Córdoba da cuenta de que la desigualdad laboral entre mujeres y hombre creció durante la cuarentena.


Siguiendo el citado estudio, en Córdoba el 51% de los empleos que están en riesgo pertenece a mujeres, y la mitad de las mujeres en edad de trabajar participan activamente del mercado del trabajo, en contraposición al 70% de los hombres, esta cifra deja a la vista de manera alarmante la desigualdad en el mundo laboral. En ese marco, hay más de 2,2 millones de trabajadoras de grandes ciudades con empleos en riesgo.


Hay trabajadoras en riesgo de perder su empleo, y las que tienen trabajo bajo la modalidad de home office o son esenciales lo hacen a ritmos estresantes. En las trabajadoras domésticas, docentes, enfermeras, trabajadoras de las empresas tercerizadas de limpieza, el concepto de la doble opresión, que padece la mujer trabajadora bajo este régimen social, se agudizó bajo la pandemia. El Ministerio de la Mujer de Córdoba, bajo la responsabilidad de Claudia Martínez, no tomó una sola medida para atender el punto.


De acuerdo al estudio de la Bolsa de Comercio de Córdoba, el 42% de la fuerza laboral femenina se ubica dentro de los sectores actualmente más vulnerables, mientras que para los varones la proporción desciende al 31%. Además, el mencionado estudio realizado por Lucas Navarro ha dejado en claro que para el 70% de las mujeres a las que se les ha planteado, el teletrabajo es imposible ya que 3 de cada 4 se encuentran en la vulnerabilidad de empleo donde no es posible trabajar desde el hogar.


Cabe tener en cuenta que les trabajadores de la salud, una mayoría de los cuales son mujeres, siguen sin cobrar el bono de $5.000 prometido hace meses por el gobierno nacional. En tanto que el gobierno provincial impuso una paritaria del 17 % a les trabajadoras de la salud, mientras las docentes son empujadas a una virtualización forzosa, trabajo sin horarios y cumpliendo las demandas laborales y domésticas todo el día, siendo la demostración más cruda de la doble opresión.


Todo esto mientras se invierte millones en el pago de una deuda usuraria. De este modo podemos visualizar claramente los intereses del Estado y que a quien decide salvar en esta crisis no somos las mujeres ni los trabajadores, sino los grandes empresarios y su propio pellejo.


Ni Una Menos


Las mujeres no solo nos encontramos en riesgo de sufrir violencia doméstica o abusos intrafamiliares por convivir en el confinamiento con nuestros abusadores, y agresores,  en mayor riesgo si queremos abortar, sino que también en medio de esta crisis somos las más afectadas económicamente y con menores recursos para afrontarlo


De cara al próximo 3J, hagamos sentir el reclamo contra la desigualdad laboral, contra la precarización y contra todas las opresiones y violencias, frente a un gobierno que no asegura ni el agua ni la comida a las familias trabajadoras, incrementando la violencia a la mujer.


Contra un ministerio de la mujer que tiene una postura negacionista hacia el aumento de femicidios en la cuarentena. El 3J vamos por un programa integral que dé respuesta al conjunto de nuestros reclamos. La deuda es con nosotras.