El miércoles 22, una movilización de trabajadores de Luz y Fuerza, municipales, docentes, empleados públicos y bancarios de Córdoba ocupó las calles de la ciudad capital y desembocó en Tribunales.

Protestaba contra el impuesto a las ganancias sobre los salarios y exigía el aumento del mínimo imponible y la derogación de la Ley del Ajuste Previsional en la provincia.

En septiembre del año pasado, estos mismos gremios habían presentado un amparo contra el impuesto a las ganancias, exigiendo que se modificaran las escalas y se adopte un nuevo mecanismo de cálculo del mínimo no imponible.

Varios gremios de Puerto Madryn (Chubut), entre ellos los 1.300 metalúrgicos de Aluar, junto a docentes, camioneros y marítimos, harán un abandono de tareas y marcharán al centro de la ciudad, para repudiar la decisión del gobierno nacional de no ajustar el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias sobre el salario ni modificar las escalas sobre las que se calculan las tasas de ese impuesto.

En la Patagonia, el tema del impuesto a las ganancias es, mucho más que en otros escenarios, una cuestión candente. Con un costo de vida que llega a superar en un 50 por ciento la media nacional y salarios que cubren malamente ese monto, la confiscación del impuesto a las ganancias está en un lugar primerísimo en la agenda de los trabajadores.

En Fate (Sutna) se ha abierto el debate frente al hecho que el impuesto al salario afectará al 80 de los trabajadores. El reclamo votado en asamblea como parte del pliego para discutir el convenio tiene dos reivindicaciones de significación: pide la derogación del impuesto al salario -no simplemente el cambio del mínimo no imponible- y que entretanto no se arranque esta conquista, la patronal se haga cargo de absorber su monto.

Fuera de todo esto, existe una deliberación entre los trabajadores agrupados en la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval, que el año pasado (julio 2013), pararon contra el impuesto al salario.

Christian Rath