CRISIS HOSPITALARIA EN FLORENCIO VARELA
Una masacre social en curso
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Con la llegada del invierno crecen las enfermedades respiratorias, sobre todo en los chicos que no superan los tres años de vida. A pesar de la lucha que los médicos bonaerenses vienen librando desde hace varios años en defensa de la salud pública, los gobernantes siguen haciendo oídos sordos y las consecuencias saltan a la vista.
El precio que tienen que pagar los vecinos que menos tienen, los de menos recursos, es muy grave, llegando al extremo de perder la vida de sus seres más queridos, como es la de un hijo.
La cifra ya es alarmante. En momentos en que se llevaba adelante el acto en Plaza de Mayo del gobierno nacional, al que no faltó el presidente de la FAM, Julio Pereyra, y se llenaban la boca hablando de la redistribución de la riqueza y construcciones de hospitales, en nuestro distrito fallecían cinco chicos de menos de un año por bronqueolitis y bronconeumonía.
El hospital se encontraba abarrotado de padres que llegaban con sus hijos en brazos, clamando por un turno. En el hospital sólo había un médico pediatra, que no daba abasto para atender a todos. Al día 27 de junio, los chicos fallecidos suman once.
Los trabajadores de la salud del Hospital Mi Pueblo, hoy llevan adelante un paro de 24 horas por la falta de respuesta a los reclamos que se vienen realizando:
Reparación del tomógrafo.
Aumento de camas y personal (administrativo, técnico y profesionales).
Pase a planta permanente de todo el personal transferido del municipio a la provincia en enero de 2005.
Y más temas que hacen al quehacer del médico y la salud de la población.
El Partido Obrero denuncia la responsabilidad del gobierno en este vaciamiento, que comienza con los sueldos de hambre que reciben los médicos y plantea la urgente movilización popular en defensa de la salud pública, para exigir la triplicación del presupuesto destinado a la salud, instalación y reapertura de salas en todos los barrios, con atención general y pediátrica las 24 horas, y un salario para todo el personal igual a la canasta familiar.