Políticas

18/9/2008|1055

Crisis política en Quilmes

La patria inmobiliaria del "Barba"

Las veleidades “nacionales y populares” del “Barba” Gutiérrez, intendente de Quilmes, se están agotando a pasos agigantados. En las últimas semanas se suceden las renuncias y las amenazas de renuncias, desde el subsecretario de Producción y comercio al propio presidente del Concejo Deliberante, una primera espada del Barba. A esto se agrega el despido de la directora de prensa del Concejo Deliberante, penalizada porque se atrevió a criticar el pago al Club de París.

Algunos diarios lo vinculan, además, con disidencias internas con la política de Hacienda del municipio, que prepara un impuestazo y ha largado, por indicación de Gutiérrez, cientos de intimaciones a vecinos con amenaza de embargo judicial de las viviendas.

Barba, el autodenominado “delegado de los trabajadores”, gobierna para la patria inmobiliaria: le ha entregado la costa del río a Techint para construir un Puerto Madero sureño, mientras miles de quilmeños no tienen viviendas. La agrupación vecinal Quilmes Unido ha denunciado que los inversores y constructores tienen reservado un stock de más de 100 inmuebles para levantar torres y edificios, que desquiciarían el planeamiento urbano y colapsarían el sistema de cloacas. Comparan las demoliciones que se vienen con cien Hiroshimas por el impacto ambiental que suponen. Aysa sigue sin dar respuesta al gravísimo problema de la perforación de las napas (a pesar de las resoluciones judiciales).

Mientras tanto, Villordo, ex intendente y hombre de Aníbal Fernández, se pasó con armas y bagajes al duhaldismo. Gutiérrez, que sólo tiene cuatro concejales propios, uno de los cuales formó su propio monobloque, mantiene una precaria mayoría en el Deliberante, aliado al duhaldismo local y a la Coalición Cívica. Pero con la migración de Villordo, esta alianza y la aspiración de Gutiérrez a presidir el PJ distrital tendrán que navegar por aguas turbulentas.