Políticas

23/10/2014|1337

Crisis política y reforma constitucional


La disgregación del frente oficialista que llevó a Lucía Corpacci al gobierno se profundizó. Se consumó la ruptura del sector que lidera el intendente de la capital Jalil, ahora referente de Massa en la provincia. Jalil, a su turno, está operando con Luis Barrionuevo, que se muestra alineado con De la Sota.


 


Barrionuevo opera con el Frente Cívico en la Legislatura, desde donde trabaron algunas iniciativas oficialistas, pero apoyaron aquéllas que implican un ataque a los trabajadores. Así, se negaron a tratar el nomenclador docente con media sanción de senadores, que llevaría el sueldo inicial a 9.000 pesos.


 


Cuando crecen los despidos y las suspensiones en el sector privado, y comienzan a generalizarse los reclamos por mejoras salariales en el sector público, la gobernadora anunció su intención de reformar la Constitución provincial a sabiendas de que es imposible, ya que no cuenta con los dos tercios en ambas cámaras. A pesar de eso, el gobierno actúa como si efectivamente la reforma se fuera a consumar. Así, convocó a una audiencia a los partidos para dar a conocer los alcances de la reforma. 


 


El PO concurrió dando a conocer un documento que denuncia la pretensión de presentar una reforma progresista cuando cotidianamente se profundizan los atropellos contra el pueblo, se avanza en la entrega de los recursos naturales y no se vacila en reforzar el aparato represivo para sofocar los reclamos populares.