Políticas

21/5/2009|1084

Cristina se burla de la Universidad

Respondamos con una masiva movilización el 22

La presidenta Kirchner anunció un aumento salarial del 15,5% para la docencia universitaria, junto con una inversión de 180 millones de pesos en infraestructura. Destacó que el aumento surge como iniciativa del propio gobierno y señaló que su gestión junto a la del ex presidente había logrado una importante recuperación salarial y un importante aumento del presupuesto.

Como de costumbre, el kirchnerismo ha hecho de la mentira y el ocultamiento un método de gobierno pues ha sometido a la Educación Superior a una asfixia presupuestaria permanente. En la cuestión salarial, los docentes universitarios de todo el país tuvieron que imponerle la reapertura de la mesa de negociación mediante contundentes paros, clases públicas y movilizaciones. En diciembre de 2008, el ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco, declaró que “no había motivos para subir los salarios”. Llegó a decir que los docentes ya habían recibido lo suficiente durante 2008.

Como resultado de las jornadas de lucha en todo el país a comienzos de este año y a una semana antes de la realización del último gran paro de la docencia universitaria, el gobierno se vio obligado a convocar a la mesa paritaria y realizar una propuesta de aumento. El acuerdo salarial presentado como la panacea por el gobierno está lejos de representar para el conjunto de los docentes un salario igual a la canasta familiar.

Cristina pretende confundir a la población desacreditando las protestas y movilizaciones docentes-estudiantiles, planteando que su salario como presidenta casi se equipara a los profesores titulares de la Universidad. Ahora bien, resulta llamativo que una persona que dice vivir de su salario, se olvide cuánto cobra por mes y tenga que sacarse la duda preguntándole a un secretario. Ya hemos denunciado en varias oportunidades que sólo el 2% del plantel docente posee el cargo de profesor titular, es decir una minoría. El resto o está por debajo de la canasta familiar o no cobra.

Cristina Kirchner critica a los llamados por ella “gobiernos tornillo” (ajustan para abajo y aflojan para arriba) y reivindica su política de presupuesto. Anuncia nuevas obras por 180 millones para infraestructura. Pretende presentarse como una especie de “Robin Hood”. Pero los estudiantes, docentes y no docentes de cada una de las facultades sabemos que sus anuncios quedarían para un cuento de ficción.

Ya es la segunda vez que Medicina se prende fuego, poniendo en riesgo la vida de los que estudian y trabajan en la Facultad. En Ingeniería el año pasado se cayó un ascensor con 10 personas en su interior y se desplomó un techo. En Sociales se cayó una viga en un baño lastimando a una estudiante. Los patios y varias aulas del nacional de Buenos Aires están clausurados. Se prendió fuego un piso en la Facultad de Odontología. Hay superpoblación en las aulas y por eso afloran los cupos y materias filtro que restringen el ingreso. Todavía no hay gas y hay cortes de luz en muchas facultades. Existe un claro derrumbe edilicio que es la consecuencia de un desfinanciamiento permanente. ¿Obras? ¿180 millones? Hace más de diez años que se escucha lo mismo. El Edificio de Ciencias Sociales se empezó a refaccionar en 2003 (todavía no llega a su fin) y hace ya casi tres años que no hay gas en medicina. Ya se anunciaron y nunca se terminaron. Hay una obra que si se anunció y que viene tan avanzada que llegarán a terminarla en menos de un año y medio: un edificio nuevo que va a ser utilizado para ofrecer, en el mercado, posgrados arancelados. Es decir, una política de privatización y negociados con el prepuesto estatal.

El gobierno kirchnerista también integra la política de los denominados “gobierno tornillo” porque mientras el presupuesto de la Universidad viene con déficit y ocupa un lugar ínfimo del aporte del PBI, los subsidios a las privatizadas, el rescate a los bancos y fábricas quebradas, el pago de la deuda externa, la excención de impuestos a los capitalistas, el pago de las deudas de los privados ocupa un lugar principal en el gasto del Estado. Cabe señalar que a pesar de que el presupuesto de 2009 vino con un déficit de 30 millones, las camarillas universitarias lo votaron a favor y le aplicaron la pérdida al rubro salarios, en el argumento de que el gobierno no va a dejar de pagar salarios y por lo tanto va a destinar partidas para reforzar. Sin embargo, la caída de 300 rentas el año pasado de docentes de Arquitectura demuestran lo contrario. Y si a eso le sumamos el vaciamiento de la Anses, es decir de los aportes de los trabajadores, que el kirchnerismo está provocando producto de sus nulas reservas para pagar la deuda y los compromisos de subsidios con los privados, lo que las camarillas han votado es una posible confiscación del trabajo de los docentes universitarios. Una vez más las autoridades de la Universidad son la correa de transmisión del ajuste y la privatización.

El movimiento estudiantil, docente y no docente tiene que darle una respuesta contundente a la presidenta y demostrar que hay un derrumbe en la Universidad, con edificios que se caen a pedazos y docentes que no cobran. Por eso este viernes 22 de mayo tenemos que hacer de la marcha nacional convocada por los gremios docentes, no docentes, centros de estudiantes y federaciones estudiantiles combativos de todo el país una masiva movilización a la Plaza de Mayo para exigirle a la presidente la inmediata triplicación del presupuesto, el salario para los ad honorem, el 82% móvil para las jubilaciones, las becas y la refacción edilicia.

Mariela Solesio