Políticas

8/10/2009|1103

Crítica a la solicitada de Crítica

Ley de medios y la libertad de expresión de los trabajadores

La ley de medios que impulsa el gobierno ha abierto un amplio debate entre los trabajadores de prensa a partir de lo que se propagandiza como sus “aspectos positivos”. En algunas capas de activistas, incluso, existen ciertas simpatías, con reparos, hacia el proyecto. Una explicación a este “apoyo crítico” se puede explicar, en parte, a partir del promocionado golpe que significaría para el grupo Clarín, una de las empresas (de tantas) que es punta de lanza en la flexibilización laboral dentro del gremio. Clarín es recordada como la protagonista de uno de los mayores ataques contra la organización independiente de los trabajadores de prensa cuando en el 2000 echó, junto con 117 trabajadores, a toda la comisión interna, que había sido elegida ese año después de un largo periodo sin vida sindical. La historia de esos despidos aún hoy recorre el gremio. La traición de la dirección de la UTPBA que permitió el descabezamiento de la dirección sindical del diario inauguró un periodo de descomposición de nuestro sindicato, que hoy está más vigente que nunca.

Otro de los puntos que discute el activismo son las posibilidades que abriría la ley respecto de la libertad de expresión. En este marco, un sector de la redacción del diario Crítica impulsó la firma de una solicitada que apoya “en general” esta ley. La solicitada, según sus impulsores, iba a ser publicada en el diario como expresión de un sector de los trabajadores que trabajan en ese medio. En uno de los párrafos del texto se menciona como aspecto importante a defender el quiebre de los oligopolios y la apertura de la “diversidad mediática” que abriría “un abanico de voces”. Luego de ser firmada por un amplio grupo de trabajadores se impuso una realidad: la empresa se negó a publicarla. Si la ley de medios del kirchnerismo estuviera vigente, ¿hubiera permitido que este grupo de trabajadores del diario expresara su opinión? Sabemos que no.

Los trabajadores de prensa deberemos seguir intentando con poca suerte meter nuestras opiniones, siempre de forma velada y parcial, a través de las grietas que abren las contradicciones del poder capitalista de los medios, sean estatales o privados, monopólicos o que pretenden serlo, progresistas o derechistas. Es parte de la lucha que damos día a día quienes elegimos esta profesión como parte del aporte a un cambio en la sociedad. Es por eso que, para que nuestra verdadera voz sea escuchada, escribimos en medios “alternativos”, “militantes” o “partidarios”. Participamos en la recuperación de un gremio al servicio de los trabajadores de prensa. Luchamos contra los despidos, por aumentos de salarios por la aplicación de nuestro estatuto. Sobre todos estos aspectos que hacen a nuestra profesión y, principalmente, a nuestra condición de trabajadores, la ley de medios no le dedica ni un párrafo concreto. No tiene “aspectos positivos”.

En estas páginas dijimos que “la libertad de expresión merece una lucha”. Y esta lucha sólo debe ser por la libertad de los trabajadores (de prensa) a expresarnos (escribiendo y en acciones): a decir y hacer lo que pensamos. El camino en esa dirección no vendrá de la mano de nuestros patrones (estatales o privados) ni de la mano de Moyano que sólo permitirán la apertura de un “abanico de voces” capitalistas. Debe ser un camino que debemos recorrer de manera independiente. Por eso seguimos sosteniendo que esta es una pelea entre patronales y que nuestra libertad de expresión merece una lucha… que no es esta.