Políticas

19/1/2006|931

Cromañón en Boedo


El 6 de enero se derrumbó el frigorífico Metán y con él parte del edificio lindero correspondiente a la fábrica de zapatillas Shoes. El derrumbe produjo la rotura de un caño de transporte de amoníaco lo que hizo absolutamente tóxico todo el ambiente en cuadras a la redonda. De un lado, 15 personas salvaron su vida sólo porque uno de los trabajadores comenzó a sentir el crujido de una pared que hacía tiempo se venía deteriorando. Del otro lado, 280 trabajadores de la fábrica de calzado pudieron escapar por una escalera que los alejó de una pared que se derrumbaba. Sólo la fortuna hizo que no pasaran transeúntes y vecinos por la puerta, sobre la que se derrumbó toda la fachada del edificio.


 


Los testimonios coinciden en que tanto sobre el techo del edificio del frigorífico (que data de 1923) como dentro del mismo había un excesivo peso: toneles, cámaras refrigerantes y otras maquinarias ubicadas en la terraza del edificio de tres pisos. Ya había varias denuncias por escapes de amoníaco. Los trabajadores denunciaron que las fisuras de una de las paredes que provocó el desmoronamiento eran visibles desde hacía tiempo.


 


Telerman rápidamente salió a hablar de una explosión y a decir que se trataba de un “accidente”. O sea que en la ciudad de Buenos Aires un edificio de tres pisos que ocupa un perímetro de 1.000 metros cuadrados se derrumba “por accidente”. Al mismo tiempo, salió a decir que la burocracia de la Dirección de Habilitaciones estaba cubierta, cuando ese organismo está denunciado como corrupto y deliberadamente negligente desde la masacre de Cromañón. Telerman no es más que otro funcionario-empresario criminal que defiende las bases sociales de un régimen que se derrumba, literalmente.


 


Este derrumbe pone nuevamente de manifiesto el carácter criminal de la organización de control de la ciudad. No sólo se permiten el trabajo en negro, las malas condiciones laborales, la falta de controles sobre materiales tóxicos, sino que además se autorizan, siempre para garantizar el lucro capitalista, condiciones edilicias que ponen en riesgo la vida de los trabajadores y de los vecinos.


 


El derrumbe de Boedo es otro emergente de la Ciudad República de Cromañón. La ciudad en manos de los Telerman, los Macri y los Ibarra sólo tiene para ofrecer el riesgo permanente sobre la vida de los vecinos, los trabajadores y la juventud.


 


El Argentinazo alumbró en el barrio de Boedo un ejemplo de organización asamblearia que debe ser retomado para que los vecinos organizados pongan en el banquillo de los acusados a todos los responsables de la ciudad Cromañón.