Ctera: Por una huelga nacional

La paritaria fracasó

El 2 de marzo, pararon los maestros de 13 de las 24 provincias del país. Fracasaron el gobierno y Yasky en su objetivo de garantizar el primer día de clase sin aumento de los salarios. El objetivo de la dirección de Ctera para que todo se firmara rápidamente en las provincias, no se cumplió.

El nuevo “piso” nacional es sencillamente virtual, porque está por debajo o muy cerca de los pisos provinciales del año pasado.

La mayoría de los gobiernos provinciales rechaza otorgar el 15,5% de aumento al salario inicial en sus respectivas provincias. Los gobernadores plantean que la plata para ese porcentaje la tendría que poner el gobierno de Cristina Kirchner.

En el congreso de Ctera, que sesionó el 26 de febrero, la directiva informó de esta realidad, pero eludió ponerse al frente de la lucha. En contraposición, 17 crongresales opositores reclamaron un paro nacional el 2 de marzo.

En Salta, el paro de una semana de la Asamblea Autoconvocada arrancó muy masivo, con más del 80 por ciento de acatamiento.

La otra gran huelga es la de Río Negro, por tiempo indeterminado y con corte de ruta. Los docentes buscan quebrar la negativa del gobierno de Saíz a otorgar aumento. La envergadura y combatividad del paro obligó a Ctera a anunciar el viaje de su secretario general a la provincia. Los sectores opositores de Unter lo recibieron al canto de “Ctera, escucha, queremos plan de lucha”.

En Neuquén, los docentes comenzaron parando 72 horas. Pero ante la negativa del gobernador Sapag a convocar a la mesa salarial, una asamblea muy numerosa -con más de 700 asistentes, de Aten-Capital- votó continuar con otro paro de 72 horas, desde el jueves 5 hasta el lunes 9, inclusive. La mayoría de las asambleas seccionales votaron medidas de continuidad en ese sentido. En la misma asamblea, el secretario general de la principal seccional de Aten puso a consideración, y se votó, que las cinco provincias patagónicas convoquen a parar el 9 de marzo y llamen a toda la docencia a sumarse, además de exigirle el paro nacional a Ctera.
Es la situación de todo el país, porque los gobernadores se resisten a dar el 15 por ciento de aumento que fue la pauta ‘virtual’ de Ctera en la paritaria nacional.

La excepción es Santa Fe. Dispuesto a cerrar el conflicto docente, Binner dio el 15 por ciento de aumento más una suma fija, por única vez, de 250 pesos con ‘criterio Fonid’, es decir, en negro. Dificultosamente, en la asamblea provincial, la burocracia celeste logró la aprobación del acuerdo, con la votación masiva en contra de Amsafe-Rosario, Castellanos y otros distritos opositores del interior provincial. En Amsafe-San Lorenzo, la propuesta celeste ganó apenas por un puñado de votos.

Macri y Scioli ofrecieron un 4 por ciento de aumento, cuatro veces menos que lo pedido por Ctera. La burocracia de UTE y de Suteba se vieron obligadas a convocar al paro, que en ambos casos fue casi total. La FEB resolvió parar 48 horas, a lo que se sumaron nueve seccionales opositoras del Suteba. La Celeste, en un claro mensaje a Scioli, se mantuvo en 24 horas. A pesar de ello, el segundo día de paro superó el 60 por ciento de acatamiento en promedio, convocado por la FEB y los Sutebas opositores.

En la mayoría de las provincias, los planteos salariales son, incluso, muy superiores. En Neuquén, reclaman el 46 por ciento de aumento. Similar es el caso de Santa Cruz (42%). Río Negro tiene un reclamo mayor todavía, porque sufren el salario básico más bajo del país. En Salta y en otras provincias se pide un aumento no inferior al 30 por ciento, planteo acompañado por el sindicalismo combativo de la provincia de Buenos Aires. Pero incluso el 15 por ciento reclamado por la burocracia celeste exige de un plan de lucha y la necesidad de convocar al paro para obtenerlo.

Por un 30 por ciento de aumento como mínimo, en blanco y al básico, convoquemos a parar el 9 de marzo y exijamos a Ctera el paro nacional. Provincia por provincia, que el reclamo salarial y los delegados que los defiendan sean electos en asamblea. Congresos de delegados de escuela con mandato que asuman el plan de lucha para conseguir los reclamos.

Daniel Sierra