Políticas

10/4/2020

Cuadro de situación en Villa Gesell a 21 días de la cuarentena

Villa Gesell es un distrito donde la desocupación y el trabajo informal alcanzan porcentajes muy altos, el 40% según declaró el intendente Gustavo Barrera (Frente de Todos) el año pasado en plena campaña electoral.


El hambre se siente en los barrios y las familias obreras no tienen comida para poner en la mesa. Numerosas madres de familias preguntan por comida en los grupos de escuelas, incluso tras haber hecho colas en Acción Social y obtener como respuesta la negativa a recibir una bolsa con mercadería bajo distintos argumentos burocráticos. Los comedores escolares fueron cerrados y en su lugar se brinda quincenalmente una bolsa de mercadería a cada familia (¡y no por cada pibe escolarizado!), lo que significa dos bolsas por familia desde que comenzó la cuarentena obligatoria. Dado que el gobierno envió menos comida en la segunda oportunidad respecto de la primera fueron las docentes quienes aportaron con donaciones a modo de refuerzo. A la luz de los hechos queda en evidencia que la respuesta del gobierno para paliar el hambre es completamente insuficiente, por no decir nula.


La situación precaria de lxs trabajadores y los límites del IFE en la región


Varias personas se han contactado con nosotrxs tras haber sido rechazadxs por figurar con “empleo formal” para acceder al IFE, un bono de $10.000 también insuficiente. Claro, las patronales de toda la zona costera tienen el hábito de blanquear a trabajadoras/es (con jornadas mentirosas) durante el mes de enero, con suerte también febrero y en muy pocos casos hasta Semana Santa, y la baja por parte de los empleadores impacta en el Anses de forma tardía de modo que hay gente que figura con empleo formal pero hace días, por no decir meses, que no está trabajando, que no está cobrando, así y todo no puede acceder al IFE. Están también quienes figuran en blanco y, si bien por el momento “conservan la fuente de trabajo”, como no están yendo a trabajar no cobran, en todos los casos se trata de empleados gastronómicos, de hotelería y de comercio, ramas fuertes de la región. En el mismo sentido, las trabas que se disponen nacionalmente para acceder al IFE son una burla al plantear, entre otros filtros, que no pueden recibirlo quienes en su grupo familiar -compartiendo domicilio- tengan algún beneficiario/a de algún programa social cuando, se sabe, es insuficiente. Son muchas las personas que hoy no tienen empleo, que no reciben ningún tipo de ingreso y que aun así no acceden al IFE.


Los docentes también


A esta situación de precariedad se suma que están suspendidos los actos públicos de la Secretaría de Asuntos Docentes que, cada año a esta altura del ciclo lectivo, permiten a la docencia la obtención de horas necesarias para llegar a cubrir lo mínimo indispensable para vivir. Es así que hay numerosos cursos de creación en el distrito cuyos/as docentes aún no fueron designadas. Esto demuestra que al gobierno no le importa garantizar la continuidad pedagógica de dichos espacios curriculares siempre y cuando se esté ahorrando de pagar un par de sueldos.


La presión de la UIA y la CGT al gobierno, expresada en el levantamiento de la cuarentena para sectores ligados a la exportación, también tuvo lugar en la localidad con el pedido de comerciantes locales para habilitar los rubros de corralones, casas de materiales eléctricos y vidrierías que funcionan con envío a domicilio.


La salud


Si hay otro punto débil de toda la región es la situación del sistema de salud que ya estaba colapsado antes de empezar la cuarentena.


Actualmente hay en Villa Gesell 7 respiradores (contando los propios, los donados y uno alquilado) para una población de más de 40 mil habitantes y recién hoy se puso a disposición un compresor que permite su funcionamiento.


Con un hospital completamente vaciado en cuanto al presupuesto, a los insumos y al recurso humano, con una promesa eterna de un nuevo espacio de salud que reflota en las campañas electorales -pero que sigue sin concretarse- es que transitamos la pandemia.


Frente al anunciado pico del virus en mayo por parte de profesionales del sector, los convenios realizados por el municipio con los sectores privados con el objetivo de descentralizar la atención y de enfrentar la pandemia en mejores condiciones resultan insuficientes.


Reforzamiento represivo


Mientras se hacía viral la imagen del intendente Barrera con la sirena, así como su presencia en el ingreso a la localidad impidiendo la entrada del turismo, se detuvieron 21 personas y seis vehículos sólo durante los primeros 4 días de cuarentena. Se limitó el horario de abastecimiento primero hasta las 19hs y luego hasta las 15hs, generando esta última modificación una acumulación innecesaria en almacenes y supermercados. Sin embargo, esa virulencia en el control del aislamiento obligatorio no se verifica con las patronales que sacan provecho de la situación despidiendo a sus empleados, o no pagándoles durante la cuarentena, generando así que cada trabajador se vea forzado a salir en busca de su sustento y el de sus hijxs. El reforzamiento represivo garantiza los bolsillos de las patronales y mete sus narices en los barrios, en los mismos barrios que comenzarán a organizarse contra el hambre y, claro, no vaya a ser cosa que se dirijan al poder político. El reforzamiento represivo, acá y en todo el país, tiene un carácter de clase: es en favor del privilegio de la clase capitalista y al servicio de garantizar su permanencia en el poder político.


Violencia


La cantidad de femicidios que se sucedieron en todo el país durante la pandemia fue en ascenso y en el plano local han tomado estado público casos de violencia hacia mujeres.


Esto deja al descubierto la situación de vulnerabilidad concreta en las que se encuentran las mujeres en este cuadro de aislamiento obligatorio, donde se ven forzadas a encerrarse con su agresor en muchos casos en condiciones de hacinamiento.


A la luz de los hechos para las mujeres trabajadoras todo lo expuesto anteriormente cobra mayor relevancia en la medida en que no hace más que dejar a las mujeres de la clase obrera libradas a su suerte, sin independencia económica, sin alimento para darle a sus hijxs, sin un lugar a donde ir.


Desde el Partido Obrero, consideramos fundamental convocar al armado de comités obreros por parte de las/os trabajadores y vecinos para revertir este panorama y organizarnos en la lucha por la urgente satisfacción de las reivindicaciones planteadas:


Decimos no al levantamiento de la cuarentena cuando, según profesionales del área, asistimos a la fecha pico del virus.


Vamos por alimento para todas las familias que lo necesiten impulsando un empadronamiento.


Vamos por la designación de docentes y por el cobro de todos los docentes del Plan Fines de la mano de la campaña de Tribuna Docente.


Planteamos un seguro de $30.000 al parado e impulsaremos un relevamiento para registrar a todas las personas que lo necesitan, y que han quedado afuera del IFE para presentar ante las autoridades municipales, provinciales, nacionales y al Ministerio de Trabajo. Todas/os los desocupados, trabajadores informales y changarines tienen derecho a cobrar. ¡Ningún recorte!


Centralización del sistema de salud del distrito: que todos los centros sanitarios públicos y privados estén bajo un comando único a cargo de los trabajadores de la salud y vecinos para poner a disposición todas las salas, camas, respiradores, etc. a la atención de la pandemia, e incluso para el resto de la demanda de otras enfermedades, tratamientos o chequeos. Triplicación del presupuesto sanitario del municipio. Nombramientos masivos de médicxs, personal técnico y de enfermería, personal de limpieza, etc.; cobertura de insumos y aparatología; salario igual a la canasta familiar y profesional, ¡y condiciones laborales dignas! Para ello, por un impuesto progresivo a las grandes fortunas comerciales e inmobiliarias de Villa Gesell.


Ante la violencia a las mujeres planteamos: consejo autónomo de mujeres con presupuesto estatal, medidas que le garanticen seguridad, tales como subsidio para garantizar la independencia económica y techo. Hay que mantener la cuarentena. ¡Que la crisis la paguen los capitalistas!