Toda la derecha salió a defender la continuidad de Ibarra frente al repudio popular que lo hacía responsable de la masacre de Cromañón.

 

Infobae , bajo el título “La Iglesia y la Rosada respaldan a Ibarra”, informó (4/1) que “varias horas antes de la llegada (de la marcha) de protesta, Ibarra había mantenido dos encuentros que le llevaron alivio”. El primero fue con Bergoglio, el arzobispo porteño, que “a pesar de no ser precisamente un aliado de la administración ibarrista” se entrevistó con Ibarra “para brindarle apoyo y solidaridad”.

 

El segundo encuentro fue con Alberto Fernández, quien “comunicó el respaldo de Kirchner y tranquilizó a algunos operadores ibarristas que caminaban por esas horas con una angustia poco habitual”.

 

Para cerrar sus alianzas, “Ibarra se aseguró el respaldo de dos de los hombres clave en el tejido legislativo: Santiago De Estrada y Jorge Mercado, líderes del bloque macrista “Juntos por Buenos Aires”, quienes se encargaron de asegurar que no habría quórum para llevar adelante el pedido de “interpelación”.

 

A cambio de tanto ‘apoyo’ se nombró al duhaldista-macrista Juan Alvarez en la que pretenderá transformarse en una super-secretaria de Seguridad. El vicejefe de Gobierno, Telerman [dueño de un boliche sin salida de emergencia], otro injerto del duhaldismo en la Ciudad, renunció a presidir la Legislatura para entregársela a De Estrada, un duhaldo-clero-macrista. Este mismo Telerman fue, según el boletín oficial Página/12 , “un ex peronista inquieto por la estabilidad del gobierno porteño… el que buscó sostén en el conurbano” impulsando el nombramiento de Alvarez (Verbitsky, 9/1).

 

El duhaldista Telerman [antes fue también menemista] “garantizó [también] el respaldo [de la burocracia] de los sindicatos” ( Infobae , 7/1). Se “entrevistó con tres de los ‘gordos’ más pesados de la CGT: Moyano, Palacios y Viviani”, y logró que “los ‘gordos’ de la CGT –en sintonía con la Rosada y con Duhalde– aportaran su granito de arena”.

 

El martes 11, Moyano y Lingeri le hicieron una visita protocolar a Alvarez. En Página/12 (10/1), el politólogo, J.C. Torres, explicaba ante los hechos consumados que “la democracia” depende del peronismo, el cual necesitaría “ser reformado”. Tenemos formulada aquí la ‘teoría’ del gobierno vitalicio del peronismo, es decir de la patota bonaerense.

 

Un poco de seriedad

 

Por eso, los que defienden a Ibarra ‘para que no avance la derecha’ no tienen vergüenza. Es el caso de la Corriente Patria Libre que se pregunta: “¿Cuál es la razón para que despues de cinco años de administración, no haya tomado [Ibarra] los recaudos necesarios para que no sucediera lo que sucedió?”, y que aconseja a los jóvenes y familiares de las víctimas de Cromañón a “la reflexión y acción creadora de este nuevo proyecto” (se refiere al ‘proyecto’ kirchnerista).