El Indec publicó el índice de salarios de octubre, el cual mostró un incremento del 5,1% con respecto al mes de septiembre, por debajo de la inflación minorista de ese mes, que fue del 6,3%. Asimismo, en los primeros diez meses del año los salarios acumularon una variación del 69,5% y suman un 80,7% interanual, en ambos casos por debajo de la inflación general acumulada en el año (76,6%) e interanual (88%).

La pérdida del poder adquisitivo de los salarios frente a la inflación es una constante, producto de las paritarias a la baja que imponen las patronales con la complicidad de la burocracia sindical abaratar el costo de la mano de obra, y a la vez es una herramienta que utiliza el gobierno para favorecer el ajuste del gasto público en el marco del cumplimiento de las metas fiscales del FMI. Sin ir más lejos, en el sector público el alza fue del 6% (72,7% en diez meses y 82,2% interanual), también por debajo de la inflación, mientras que el sector privado registrado se vio un incremento del 5,3% (acumulan un alza del 72,7% en el año y del 83% interanual). En total los trabajadores registrados presentaron una caída de 1,1% en el mes de octubre, mucho para un solo mes.

Otro sector muy golpeado por este tipo de políticas es el informal. En este caso tenemos por un lado a quienes trabajan para una patronal que no declara la relación laboral, es decir trabajadores no registrados. Según otros informes del Indec este sector ya alcanza a 4 de cada 10 asalariados de todo el país y han percibido un variación salarial de tan solo el 3,1% en octubre y un 54,6% en lo que va del año, 12,48 puntos abajo de la suba de precios.

A su vez, debemos tener en cuenta a los monotributistas, quienes cuya condición en muchos casos también esconde una relación laboral, algo visible sobre todo en las contrataciones por parte del propio Estado. Para ellos, que conforman una masa de aproximadamente 3 millones de trabajadores, la ultima actualización de topes fue de un 72%, también por debajo de la inflación, lo que obliga a muchos trabajadores en esta condición a tener que pasarse a categorías más altas, acrecentando el monto a pagar por el monotributo e incrementando de esta manera los ingresos que percibe el Estado por esta vía.

El panorama no vaticina mejorías, la caída del consumo, producto de los salarios en declive, las altas tasas de interés y el cepo a las importaciones favorecen la recesión, para lo cual las patronales buscarán imponer nuevos golpes al colectivo obrero para preservar sus ganancias. Asimismo, los planes del FMI recrudecerán el ajuste para el año que viene, algo que ya se encuentra plasmado en el Presupuesto 2023, mientras el gobierno continúa atizando la inflación con nuevos aumentos en los servicios regulados por el Estado para disminuir los subsidios, como la luz, el gas, el agua y el transporte, entre otros.

Luchemos por aumentos salariales y para derrotar el ajuste, siguiendo el camino de los trabajadores del Sutna y de los residentes y concurrentes porteños.