Políticas

22/3/2020

Cuarentena en Escobar: improvisación y crisis

Desde el primer día de la cuarentena total decretada por Alberto Fernández, ha quedado a la vista la improvisación con la que se maneja la cuestión. Esta improvisación roza la desidia cuando se ve agravada por las condiciones preexistentes en nuestro distrito y se deja a su suerte a miles de familias. Hacinamiento por falta de viviendas, colas enormes en mercados y escuelas para entrega de kits alimenticios es el panorama.


Trabajadores en negro, precarizados y monotributistas, a la espera


Más de la mitad de los trabajadores del país se encuentra en negro, precarizados o son monotributistas. A ese número no escapa nuestro distrito y aumenta enormemente en determinadas localidades, como Savio o Matheu. Aun así, este sector no recibió ninguna medida concreta por parte del Estado para paliar su situación ante la cuarentena de 11 días decretada pocos días atrás.


Los changarines, por fuerza mayor – impedimento de circulación para ir a trabajar-, ven rebanados sus magros ingresos. La espera hasta el 31 –de no alargarse- es eterna, lo que genera aún más desesperación. La enorme mayoría de detenciones y requisas por parte de las fuerzas represivas en el marco de la cuarentena se las realiza a trabajadores que si no trabajan no comen.


Educación y servicio alimentario escolar


La suspensión de clases y la no concurrencia a las escuelas fueron garantizadas por la presión de los docentes por no permanecer en los establecimientos a merced de contagios y la propagación del Covid-19. El Suteba Escobar jugó un papel clave en este sentido garantizando que se cumpla con el aislamiento total. Las autoridades educativas distritales comunicaron que estaría garantizado el SAE –Servicio Alimenticio Escolar- para los alumnos y se extendería a familias que dependen enteramente de él facilitando la entrega de bolsones de mercadería. Al día de hoy, el panorama que presentan los bolsones de mercadería distribuidos a las escuelas mediante SAE es paupérrimo. Los bolsones de mercadería, de entrega semanal, no satisfacen las demandas elementales de alimentación en este contexto. Al mismo tiempo, directivos y auxiliares de escuela son obligados a cumplir con la entrega de los bolsones sin ningún tipo de elementos de protección frente a la pandemia.


El “kit” alimenticio para las familias se compone de: leche en polvo, un puré de tomate, un paquete de fideos, uno de arroz, otro de lentejas. Claramente, para una familia entera esto es una burla cuando nos mandan a permanecer en nuestros hogares y recalcan la importancia de las defensas altas en nuestros organismos. El Estado no garantiza la alimentación de los más pobres, pero si alimenta los estragos del coronavirus. 

En educación, también planteamos la situación de los trabajadores precarizados de Plan Fines y otros programas. Al verse suspendidas las clases, no hubo lugar para actos públicos ni inscripción para estudiantes. Es decir que no se garantizó el derecho al trabajo ni a la continuidad pedagógica de miles de adultos estudiantes en el distrito.


Salud


Tal como ocurre en la provincia, el sistema sanitario local se encuentra agarrado de alfileres. Si bien tanto la otrora gobernadora Vidal y el actual gobernador Kicillof ponen de ejemplo a Escobar en materia de Salud, la realidad demuestra que ninguna de las UDP (Unidad de Diagnóstico Precoz) se encuentra preparada para atender el pico de demanda que se espera en los próximos días. Las pocas camas disponibles pueden albergar a pacientes por unas horas y ninguna de ellas cuentan con equipamiento de alta complejidad ni respiradores. Asimismo, ninguna podría cumplir con los requerimientos de aislamiento que se necesitan para estos casos. Otro tanto ocurre con el Hospital Erill (provincial) que según denuncian los médicos y enfermeros no llega a contar con 20 camas de terapia intensiva ni respiradores, en un estado de completo vaciamiento. En 2010, Escobar fue uno de los distritos seleccionados para la construcción de los Hospitales del Bicentenario. Este hospital gigante ubicado en la localidad de Garín se encuentra paralizado hace años por exclusiva responsabilidad de todos los gobiernos, provinciales y municipales. La denuncia que viene realizando el Partido Obrero, ¡hace una década!, exigiendo su inmediata finalización cobra más vigencia que nunca en el marco de la pandemia.


No se puede esperar más


Desde el Partido Obrero y el Frente de izquierda planteamos un programa para hacer frente a esta situación en pos de los intereses generales de la población trabajadora. El Estado nacional, provincial y local, con Sujarchuk a la cabeza, deben poner todos sus recursos para garantizar la integridad de la población laboriosa: exigimos la entrega de bolsones de mercadería acorde al sostenimiento de las familias del distrito con personal preparado y equipado con elementos de protección para evitar la propagación del virus. Bonos salariales a trabajadores precarizados y en negro. Pago a docentes del Plan Fines tomando como referencia lo trabajado en el último año. Continuidad pedagógica para los estudiantes adultos. Abajo la precarización educativa. Prohibición de despidos y suspensiones. Entrega inmediata de kits de protección y desinfectantes a toda la población. Centralización del sistema de salud público y privado. Duplicación del presupuesto de salud. Impuestos extraordinarios a los countries y barrios privados, que durante muchos años han amasado fortunas con el patrocinio de las legislaciones locales y provinciales que favorecieron sus negociados. No al pago de la deuda.