Políticas

30/7/2009|1093

Dana: este plan no debe pasar

La planta de la autopartista Dana está paralizada y sólo se trabaja en algunos sectores como mantenimiento. La patronal ha decretado cientos de suspensiones durante el lapso de 18 meses. Vencido este plazo, nada garantiza el retorno a la fuente laboral de los obreros. Se están realizando traslados a la planta de Pacheco, a condición de que el trabajador que lo hace pase del convenio de Smata, al que pertenecen, al de UOM.

La complicidad de la burocracia con la patronal es absoluta. Ya en 2008 aceptó la militarización de la planta durante el conflicto, que terminó con el despido de más de 40 activistas.

Posteriormente, metió a “trabajar” a unos 70 patoteros para regimentar aun más la resistencia obrera y proceder a eliminar todo vestigio del activismo.

El vaciamiento es evidente, y con el activismo fuera de la planta (meses atrás una resolución de la Justicia avaló la reincorporación de algunos de los despedidos de principios de 2008, entre ellos tres delegados combativos) la organización de la lucha se hace compleja. Es vital impulsar un proceso de reorganización entre los trabajadores para enfrentar esta política de vaciamiento y entrega, para dar pelea contra las suspensiones y despidos encubiertos, que van de la mano con los traslados. Están en juego cientos de puestos de trabajo y, por ende, las condiciones de vida de los trabajadores y sus familias.

Hugo Sarmiento (San Miguel)