Políticas

5/9/2018

De ministerio a secretaría: el ajuste en la salud

La eliminación del Ministerio de Salud de la nación y su reemplazo por una Secretaría, significa un retroceso de más de 70 años en el historial del sanitarismo argentino.


La eliminación del Ministerio y el reemplazo por una secretaría, significa la asignación de menores recursos, la desarticulación de sus direcciones (ya renunció el titular de la dirección de Sida), el desfinanciamiento de sus programas y siguiendo la línea desplegada en el Hospital Posadas, el despido de sus trabajadores, mayormente flexibilizados bajo contratos de término.


El ministerio de Salud albergaba, al menos hasta ahora, 15 direcciones, 17 programas nacionales, los Institutos del Cáncer y de Medicina Tropical, los planes y proyectos Redes y Ahí, Investigaciones y formación de recursos humanos (residencias y el observatorio de recursos para la salud), así como el diseño y ejecución de campañas de salud y estudios epidemiológicos. La degradación del ministerio a la condición de secretaría se suma al deterioro presupuestario: el incremento respecto al presupuesto aprobado en el ejercicio 2017 es apenas el 14%, muy inferior a la inflación, mientras que la devaluación que arrasó con el salario de los trabajadores también se devora la inversión en la salud pública.


El ajuste explica la decisión del gobierno de suspender la administración de la 4ª dosis de la vacuna contra el meningococo a los adolescentes, los despidos en el Hospital Posadas, el intento de reducir el financiamiento del Hospital del Cruce, entre otros. 


Es el mismo gobierno que ha respaldado al Dr. Albino, informante en el Senado en el debate del aborto, donde no se privó de despreciar el uso del preservativo para la prevención de las enfermedades de transmisión sexual.


Como todo el paquete económico anunciado, las medidas adoptadas son un ataque frontal a las conquistas alcanzadas en materia de salud pública, que obrarán en sintonía con la Cobertura Universal de Salud, proyecto dirigido al recorte de las prestaciones garantizadas por el estado, que se transferirán al sector privado.


No solo los trabajadores, profesionales y técnicos del Ministerio de Salud sino el conjunto de la población trabajadora, los jubilados y los jóvenes debemos intervenir en la defensa de las conquistas sanitarias que el gobierno pretende liquidar.


Es necesario oponer al plan del macrismo una organización capaz de ganar las calles en defensa de la salud pública.


Es el camino de la lucha por el aborto legal y gratuito en el hospital público, es la lucha de la docencia universitaria y será el camino de la defensa de la salud pública, gratuita y de acceso universal.