Políticas

21/1/2016|1397

Debuta la UCR-Cambiemos en Guaymallén

La transición se da en un cuadro de bancarrota del municipio


Sin recursos necesarios para afrontar salarios ni servicios, la gestión radical pretende superar la crisis con recortes salariales y de ítems en negro que son utilizados de forma discrecional por el ejecutivo de turno. Con la excusa de “la lucha contra los ñoquis” han comenzando los despidos indiscriminados, retención de haberes, reestructuración y traslado del personal.


 


Esto es sólo la punta de lanza de un plan más general de ajuste


 


El Ejecutivo envió un paquete de ordenanzas de carácter anti popular: un aumento de las tasas municipales del 32%; persecución a los deudores; planes de pagos duros con intereses altísimos, es decir que descarga el peso impositivo a los que viven de su trabajo, mientras mantiene excepciones impositivas y privilegios a las grandes cadenas de supermercados y barrios privados.


Declaró, además, la emergencia financiera que le otorga atribuciones para gobernar mediante decretos de urgencia, como la emisión de deuda; realizar contrataciones de forma directa; reestructurar la planta de personal y su nómina salarial; vender bienes del municipio, entre otras atribuciones.


 


Un presupuesto de ajuste


 


El presupuesto 2016, similar al anterior de 1.460 millones de pesos, plantea un endeudamiento de 200 millones. Lo llamativo es que la planta de personal se ha incrementado en casi 600 nuevos contratos y el monto ronda los 850 millones de pesos para toda la planta de personal, 100 más del anterior. La pauta salarial contempla un aumento de sólo el 20%.


 


Este plan de gobierno no contempla ni un peso para vivienda, tampoco en lo más mínimo la realización de las obras necesarias en las barriadas obreras más postergadas. Por el contrario, deja vía libre a la especulación inmobiliaria, que ha lucrado con la obra pública y se expresa en el crecimiento desmedido de barrios privados.


 


Este presupuesto abre la puerta a la tercerización de servicios realizados por el municipio, también sostiene los contratos con empresas que viven a costa de los fondos municipales, como Da Passano que sobrefacturaba precios y realizaba contrataciones fraudulentas.


 


Pretende despedir en masa a los municipales en nombre de la austeridad y el combate a los ñoquis, pero ocultan que a los ñoquis alguien los pone y que la UCR votó a pies juntillas con el FpV los presupuestos de Lobos que habilitaban la libre contratación y los fondos para esto.


El FpV aprobó este paquete de medidas de ajuste, incluso ha colaborado en las modificaciones necesarias para su “acompañamiento”: si existió la expectativa de una oposición peronista, ha quedado descartada.


 


Respuesta obrera


 


El mandato de la banca del bloque FIT ha sido establecido en las asambleas de los trabajadores municipales y de las barriadas; por esta razón rechazamos los planes del Ejecutivo que cuentan con el acompañamiento del FpV.


 


Desde el PO impulsamos la deliberación entre los trabajadores municipales, estatales y los vecinos de los diferentes distritos, con plenarios y reuniones para discutir una salida de conjunto a la crisis que pretenden descargar en las espaldas del pueblo trabajador; para darle una salida popular a la crisis del municipio y atender a los principales reclamos de los vecinos que viven de su trabajo.