El próximo 29 de noviembre se realizarán las elecciones municipales de nuestra ciudad según el último señalamiento de la Junta electoral municipal.

Se convocan luego de un pacto corporativo espurio de los partidos que tienen representación en el Concejo Deliberante. El gobierno de Juan Manuel Llamosas buscó retener el poder más allá de sus mandatos electorales para continuar con el programa de ajuste y el pago de un endeudamiento externo, que se vió agravado por la crisis económica.

Cuando comenzó la pandemia, fuimos la única fuerza política que planteó medidas de fondo para afrontarla, mientras Llamosas y el resto de la oposición patronal especulaban con las fechas electorales para mantener sus cargos. Planteamos que había que unificar el sistema de salud público y privado en la ciudad, y no se hizo; planteamos testeos masivos, y no se hicieron; planteamos salario de emergencia para que las familias trabajadoras pudieran hacer su cuarentena por el tiempo necesario, y tampoco hubo ninguna medida de parte del municipio frente a esto. Sólo se reaccionó a las apuradas cuando la cantidad de contagios se hizo innegable colapsando el sistema de salud y aumentando la precarización del trabajo de médicos y enfermeros.

Sabemos que la cuarentena deja ganadores y perdedores, los ganadores aumentaron sus ganancias, los grandes productores, las grandes empresas que siguen siendo financiados por el municipio, que no vieron afectados sus intereses y sus ingresos y que saben que tanto si gana Llamosas como si gana Abrile, van a seguir siendo beneficiados. Del otro lado están los perdedores de esta crisis, los trabajadores, los que pasaron a engrosar las cifras de la desocupación que creció un 150% en cuestión de meses.

En este marco, el oficialismo dio a conocer el presupuesto 2021 en el que se informa una suba de impuestos del 40%. Se trata de la hoja de ruta ordenada por el FMI de un ajuste contra el pueblo. Sin embargo en campaña Llamosas promete que se “viene un gran futuro”.

Pero los trabajadores, las mujeres y la juventud ya tuvieron un botón de muestra en todos estos meses que gobernó sin el voto popular. El actual intendente dijo hace cuatro años “conmigo, Cotreco se va”. La empresa se quedó y es una de las que más se beneficia del presupuesto público. Otra de las empresas amigas del poder es la SAT, que violó todo marco legal y dejó el pueblo a pie.

Llamosas hace alusión a la herencia de Cambiemos, pero gobernó siguiendo la política de endeudamiento, tomando deuda en dólares, de la cual el pueblo no vió ni un centavo. Por eso, la agenda de los candidatos patronales está marcada por un nuevo ajuste, es que necesitan hacer caja para pagar una deuda en dólares. Es otra de las coincidencias que comparten, cuando el proceso devaluatorio en curso agiganta la usura y disminuye la capacidad de ingresos del municipio. Llamosas y Abrile tienen plena coincidencia en continuar pagando la deuda, trasladándole el ajuste al bolsillo de las familias trabajadoras. El Frente de Izquierda plantea una salida partiendo del cese inmediato del pago de intereses y servicios de la deuda pública para atender las necesidades más sentidas de la clase trabajadora y sectores populares. Así como exigimos una reforma impositiva que parta desde el nivel nacional hasta el provincial y municipal con un impuesto real y efectivo a las riquezas y grandes fortunas para destinar ese dinero a combatir el tendal que deja la pandemia.

Todo esto en el marco de una crisis nacional, donde el gobierno de Alberto Fernández se prepara para ejecutar los mandatos del FMI y responde a los reclamos populares con represión. Mientras a los empresarios no les tocaron un peso en esta crisis, los trabajadores hemos sido quienes tenemos que hacer malabares para llegar a fin de mes.

El modelo que Llamosas propone ya lo podemos ver en acción en la provincia con Schiaretti, que en sus primeros meses de gobierno recortó las jubilaciones, que sigue empoderando a la Policía de Córdoba que se cobró las vidas de 8 jóvenes en lo que va de la cuarentena, que responde a los reclamos de los trabajadores atacandolos y que hoy junto al intendente de Córdoba persiguen a los municipales recortandoles el sueldo, despidiendolos y armandoles causas. Ese es el modelo de Municipalidad que va a tener Llamosas en la ciudad.

Frente a toda esta situación vemos que en esta elección es fundamental que exista una voz propia de los trabajadores y las trabajadoras de Río Cuarto en el Concejo Deliberante para que también allí se escuche por primera vez la voz de los trabajadores.

Desde el Frente de Izquierda ponemos al servicio de la lucha del pueblo trabajador nuestra campaña.

Solo el Frente de Izquierda defiende consecuentemente el reclamo de la ola verde, un voto al FIT es un pronunciamiento para fortalecer la lucha por el derecho al aborto, por la educación sexual integral, por el derecho al aborto legal, la separación de la Iglesia y el Estado, contra todo tipo de violencia hacia las mujeres y disidencias.

Es necesario votar por una salida propia de las y los trabajadores, afectando los intereses de los poderosos para poder garantizar puestos de trabajo genuinos con un gran plan de obras públicas y vivienda gestionado por los trabajadores, aumentar los presupuestos de salud pasando a todo el personal a planta permanente, elevando el presupuesto de educación, brindándoles un salario de emergencia a todos los trabajadores que han perdido sus puestos de trabajo y terminar con los negociados de las empresas privadas que siguen saqueando el municipio, entre muchas otras demandas del pueblo trabajador.

En defensa del ambiente, por el salario, jubilaciones, por el derecho a la tierra y a la vivienda, votemos al Frente de Izquierda, por una salida a la crisis de los trabajadores, las mujeres y la juventud.