Miembros de la comunidad mapuche Pu Lof declararon en la sede judicial cómo vieron a Santiago Maldonado durante las jornadas del 31 de julio y el 1 de agosto y uno de ellos testificó haber visto cómo la Gendarmería se lo llevó. De esta manera, la versión más firme que apunta como principal sospechosa de la desaparición forzada de Maldonado a la Gendarmería se refuerza aún más. Los testimonios se realizaron el lunes 4, mismo día en que los exámenes científicos dieron por tierra con la versión de que Maldonado hubiera sido herido por un puestero en un supuesto ataque del RAM, que constituía la principal hipótesis del gobierno y Patricia Bullrich.

 

“Fuimos a declarar quienes lo vimos en Pu Lof, en qué horarios y en qué circunstancias -dijo a Prensa Obrera Soraya Maicoño-. Declaré yo, una lamien (compañera) que me llevó en auto a la comunidad que es mapuche pero que no vive en Pu Lof, una lamien que llevó a Santiago a la comunidad el 31 de julio y un peñi (compañero) que vio cómo la Gendarmería detuvo a alguien, lo golpean, lo suben a una unimog y, a caballo, vio cómo sacan algo de la unimog y lo suben a una camioneta, luego de armar una fila de gendarmes para entorpecer la visión. Este traslado de ese algo se produjo a la salida del campo, sobre la ruta 40”. El último testimonio, realizado por Matías Santana, adquiere importancia central ya que reafirma lo testificado anteriormente, pero ahora de un modo jurídico incuestionablemente valedero. Las declaraciones se realizaron frente al juez Guido Otranto, la fiscal Sandra Ávila y el defensor oficial Fernando Machado. Los testimonios no sólo confirman la presencia de Maldonado en el lugar de los hechos, sino que también reafirman la pista de la desaparición forzada.

 

 

 

Poco después, Mauricio Macri se reunió con los ministros Bullrich y Germán Garavano y  con el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj. A la salida del encuentro, se difundió que Macri ratificó su respaldo a Bullrich. Gabriel Solano, dirigente del Partido Obrero, dijo al respecto: “Cuando las pruebas contra la Gendarmería son más contundentes aún que en las semanas anteriores, este respaldo a Bullrich convierte al presidente en el máximo responsable del operativo de encubrimiento de la Gendarmería. Bullrich debe irse porque no se puede dejar a su disposición los recursos del aparato del Estado para continuar con el encubrimiento. El jefe del operativo de Gendarmeria dijo que actuó siguiendo órdenes del Ministerio de Seguridad. Bullrich debe irse ya.”

 

El 1 de agosto, fecha en que se vio por última vez a Maldonado, Maicoño vio a Pablo Noceti, jefe de gabinete del ministerio de Seguridad de Bullrich, comandando el operativo. La mujer, miembro de la comunidad Pu Lof, había contado a Prensa Obrera cómo Noceti en persona había ordenado que se la detuviera, junto a una acompañante, cuando intentaban transitar por la ruta 40. Los indicios apuntan a que Noceti mismo ordenó el despeje de la ruta, que estaba siendo cortada por diez manifestantes que pedían la liberación del lonko Facundo Jones Huala, ya que la orden del juez Guido Otranto había firmado la orden con vigencia para el día anterior a los acontecimientos. La responsabilidad política del funcionario, que depende de Bullrich, es cada vez más apreciable.