Políticas

17/11/1994|432

Defender la Caja Complementaria

Los jubilados docentes y no docentes de la Universidad Nacional de Córdoba no están cobrando el complemento jubilatorio que les corresponde (20% del sueldo de la categoría con la que se jubilaron). El Directorio de la Caja redujo este beneficio en un 4% para los meses de julio y agosto, y se plantea llevar esa reducción al 24% para los complementos correspondientes a los meses de setiembre y octubre. Las razones que se esgrimen son “la grave situación financiera —preexistente a la asunción de este Directorio— causada por un aumento importante de pasivos en desproporción con la cantidad de aportantes activos y, especialmente, por la deuda no pagada a esta Caja por los SRT (Servicios de Radio y Teledifusión de la UNC)” (comunicado de prensa del 31/10/94).


La resolución de la Caja es de suma gravedad y plantea de hecho la liquidación de la misma, ya que si a los actuales jubilados, en sólo 4 meses, se les reduce el complemento del 20 al 16% del sueldo, qué queda para los trabajadores hoy en actividad, que desde hace 20 años vienen aportando entre el 1,5 y el 4,5% de su sueldo.


Pero que en la perspectiva está la liquidación de la Caja lo plantea la argumentación de que la misma es inviable por la “relación activo-pasivo”.


Esto es falso


El Directorio toma este argumento de un estudio realizado por la UNC, donde se plantea que en el período 1988 a 1993, descendió de 4,27 a 3,40 la relación entre aportantes y beneficiarios, y que existe una tendencia declinante de esta relación, entre otras causas por la nueva ley de jubilaciones. Todo esto es un compendio de falsedades. Primero, nada se dice de cuando la relación activo-pasivo era de 12, aunque de todas maneras esta relación no tiene ninguna importancia, ya que el aporte del trabajador alcanza para sostener su propio complemento durante más de 20 años. Los que hicieron el estudio desconocen la capitalización de los aportes porque consideran a la Caja como de reparto cuando esto no es así: la Caja sólo reparte hasta el 20%, el resto lo guarda; el propio estatuto contempla un fondo de cobertura cuyo rendimiento es parte de los recursos de la Caja (artículo 17, inc. b); es decir, una capitalización colectiva.


Pero, además, estos estatutos plantean que el aporte (aquí sólo hay aporte obrero) es hasta el 3% sobre el sueldo (art. 17, inc. a) y actualmente es del 4,5%. Todo indica que el sistema ha sido provisto de recursos por encima de lo planteado por los actuarios que le dieron “luz verde” a la creación de la Caja.


La Caja ha sido superavitaria a lo largo de 24 años de existencia; ni siquiera en el período tomado, el monto por beneficios pagados superó (ni igualó) a los aportes recibidos. Los problemas financieros que aduce el comunicado de prensa del Directorio, son en realidad el resultado de la administración de los fondos acumulados.


La nueva ley de jubilaciones ha beneficiado las “perspectivas” de la Caja, en la medida que disminuye la cantidad de jubilaciones en los próximos 5 años y aumentó los años de aporte que deben efectuar los trabajadores en actividad.


La viabilidad de la Caja está ampliamente demostrada, lo que sucede es que se la ha llevado al borde de la quiebra. Entre otras cosas la Universidad no ha efectuado los aportes que les descontó a los trabajadores de los SRT, debiéndole a la Caja en la actualidad 700.000 dólares, de los cuales pretende pagar sólo el 25% y en bonos, cuando recibió dinero contante y sonante.


La Universidad es responsable y debe poner los fondos


Después de 17 años de intervención, Delich decidió convocar a elecciones de Directorio para tirarle a éste la liquidación de la Caja. El Directorio ha respondido con una medida antiobrera, la rebaja de los beneficios, y ha asumido como propia la administración de los años de intervención, al hacer suyos todos los argumentos que le dio el estudio encomendado por el rectorado.


Delich busca que la situación de la Caja abra el camino para la privatización de las jubilaciones, que en la UNC fracasó abiertamente. Delich es socio de Angeloz, el “jefe” de Claridad y, por lo tanto, actúa como agente de esta AFJP. El rectorado plantea que la Caja debe adecuar su funcionamiento; ¿para qué?, ¿para contratar seguros de retiro de Cenit (accionista de Claridad), para formar una AFJP o para sumarse a alguna formada?


Lo que está planteado es la defensa de la Caja con el 20% de beneficio, y para ello la Universidad debe poner los fondos que su administración “perdió”.