General Motors cierra su planta el próximo 18 de diciembre.

Renault dejó a 1.700 obreros en la calle, desde marzo hasta ahora.

Fiat, que redujo un tercio de su personal, quiere despedir a 300 operarios más y tercerizar gran parte de la producción.

“Aumentaron las suspensiones en julio”, titula Comercio y Justicia (24/8).

La producción industrial cayó un 25% en el primer semestre.

Desde que subió De la Sota, la situación empeoró. El PPP (Plan Primer Paso) traslada el pago de los salarios de las empresas al Estado.

La “Concertación Social” es un negociado para bancos privados y empresas a cambio de… nada.

La tan publicitada rebaja de impuestos significa mucho para los grandes propietarios, pero para los trabajadores un ahorro de apenas 6 pesos mensuales; que se lo comerá con yapa el IVA provincial, que De la Sota quiere poner. Además plantea privatizar la salud, el Banco Provincia y Epec.

La conclusión es obvia: la Casa de las Tejas no cambió de dueño.

Siguen gobernando los que vaciaron los bancos oficiales y los que endeudaron hasta el límite a la provincia.

Todo esto sucede con apoyo explícito o el silencio cómplice de la burocracia sindical de la CGT, del Moas y de la CTA.

Pero hay una salida.

Prohibir los despidos y las suspensiones.

Repartir las horas de trabajo sin afectar el salario. Donde hoy trabajan 6 trabajadores 12 horas, que haya 12 que trabajen 6.

Establecer un subsidio de 500 pesos para todos los desocupados.

Triplicar los presupuestos de salud y educación.

Abrir las cuentas de la provincia, de los bancos y las empresas.

Llamamos a organizar la lucha por estos reclamos y, el 10 y el 24 de octubre, votar al Partido Obrero.