Políticas

10/9/1999|641

Depre-sarios

Como nunca antes, los trabajadores catamarqueños vienen sufriendo ataques de toda naturaleza contra el salario, la estabilidad y hasta los puestos de trabajo.


Paralelamente, nunca como ahora se vio la naturaleza depredadora del régimen vigente, al asalto de toda posible fuente de divisas. Los más altos funcionarios del menemismo apelaron al curro de los diferimientos impositivos, una maniobra ‘legal’ para ganar dinero sin invertir un peso. Esos diferimientos fueron alentados en su momento por todas las fuerzas políticas: saadistas, radicales, frepasistas.


Ramón Saadi quiso contrapesar el reparto indiscriminado de planes de empleo provisorios del Frente Cívico, comprometiéndose a generar miles de puestos de trabajo multiplicando los diferimientos.


La realidad se impone a quien quiera verla: Pedro Pou (ex presidente del Banco Central), que recibió 9 millones de dólares por un emprendimiento nogalero, ni siquiera cumplió con el requisito (bastante mínimo) de sostener cuatro empleados permanentes y ¡5! (cinco) temporarios. Sólo con el dinero asignado a Pou se podría haber dispuesto un seguro a los 10.000 desocupados de la provincia, de 500 pesos cada uno, durante dos meses. El total de ‘emprendimientos’ bajo esta modalidad alcanza a 200.


Pou no está solo. Cavallo y su alfil, el diputado nacional Edmundo Soria; Aldo Dadone; Juan Carlos Romero, gobernador de Salta, entre otros conocidos, y tantos desconocidos funcionarios, apelaron a este sistema, para aprovechar las ‘ventajas comparativas’ de la provincia. Y no están dispuestos a perder esta ganga. La cámara que agrupa a los empresarios sostuvo que no les interesa el caso Pou sino la AFIP (Rentas), que quiere liquidar los diferimientos. Es la AFIP, dicen los empresarios, la que no respeta lo que está escrito, denunciando, de esta manera, la complicidad del ente recaudador con el modus operandi de los empresarios.


Ecología


Es preciso reconocer, sin embargo, que, al menos en este caso, tenían razón quienes afirmaban que los diferimientos no afectarían el equilibrio ambiental, negando de esta forma que fuera a producirse un completo desvastamiento de la flora local (existen riesgos ciertos de una más profunda desertificación). En esta versión, la introducción de técnicas de cultivo intensivo daría lugar al nacimiento de un auténtico vergel en la árida provincia. En verdad, el equilibrio ecológico se mantuvo, porque a pesar de haber recibido el dinero otorgado por el fisco, Pou y compañía no sembraron ni una planta ni arrojaron una sola semilla ni nada, ni siquiera procedieron a desmontar los campos para ser puestos en producción, con lo que se delata el carácter de maniobra de esta modalidad.


A cada uno lo suyo


No conformes, entonces, con haber entregado casi sin beneficio de inventario, el oro y el cobre de la Alumbrera a los pulpos mineros internacionales, los beneficios fiscales completan el panorama, al ir a parar a los bolsillos de los ‘emprendedores nativos’.


Esto demuestra la inviabilidad de un desarrollo agrícola, aunque fuera modesto, en el marco actual. Los diferimientos son un coto cerrado de los financistas del régimen. La agricultura real se desenvuelve en los carriles tradicionales: apenas sobrevive. Y, lo que es más importante, no es por esta vía que llegará a eliminarse el desempleo.


En la última medición del Indec, la desocupación en Catamarca disminuye, en contraposición al aumento de los índices nacionales. Es que esa medición se efectuó en mayo, cuando se encontraban todavía en actividad los miles de trabajos provisorios concedidos durante la campaña electoral, desde marzo y por 90 días. Concluido ese período, los desocupados volvieron a su situación corriente. El escándalo de los diferimientos demuestra que existen los recursos financieros para salir de la miseria que acosa a los desempleados. Pero para que los recursos no sean expropiados por los financistas de guante blanco, es necesario que se abran los libros de las empresas y los bancos al control de los trabajadores.