En los edificios ubicados en Mariano Acosta y Riestra un grupo de personas ocupó un conjunto de viviendas desocupadas, que estaban asignadas a vecinos del barrio Fátima. Una veintena de vecinos de este barrio se dirigían a dialogar con los ocupantes y tratar de buscar alguna solución. Según los vecinos, punteros kirchneristas del barrio, que estaban negociando la adjudicación de las viviendas con el Estado, llamaron a la Comisaría 36ª para que ésta efectúe el desalojo. La policía no sólo desalojó a los ocupantes sino que desató una verdadera cacería represiva contra los vecinos. El operativo policial incluyó helicópteros sobrevolando la zona, carros de asalto rodeando manzanas y barrios enteros, la Infantería avanzando con gases lacrimógenos y palazos entre los pasillos del barrio, carros hidrantes emboscando a la gente. La brutalidad policial contra mujeres y niños desató una revuelta juvenil. Durante seis horas, cientos de jóvenes enfrentaron a la policía. Una razzia nocturna, con golpizas, aprietes y persecuciones terminó con detenidos en la comisaría 36, incluyendo a menores de edad. En la noche, el Partido Obrero se hizo presente inmediatamente en la comisaría, a través de los abogados de Apel y de Marcelo Ramal, para defender a los chicos detenidos y reclamar su libertad.

Una salida

El Partido Obrero plantea una salida para resolver lo que Macri y Kirchner serán incapaces de resolver ya que están del lado de los bancos y de los especuladores inmobiliarios y de la mafia policial, no de los vecinos y la juventud que necesitan acceder a una vivienda y quieren vivir con dignidad.

Planteamos:

1) Basta de represión. Investigar la represión ejecutada por la Infantería y la Comisaría 36ª, destitución de sus responsables.

2) Que la adjudicación de las viviendas sea sometida al control de representantes electos, de acuerdo con un padrón. Por un plan de viviendas para todos los vecinos de Fátima.

Marcos N.