Políticas

6/3/2017

Desayuno en la Corviar: la Vendimia de los patrones


El desayuno de la Corporación Vitivinícola Argentina, en el que convergieron gobernadores, ministros y funcionarios políticos con las patronales del vino, fue un festival de reclamos patronales y respuestas gubernamentales.


 


La saliente presidenta de la corporación patronal, Hilda Wilhelm, declaró que “no queremos que nos den nada, no queremos subsidios” para finalizar reclamando la reducción de las retenciones por exportación, la reducción de aportes patronales y fiscales y “ayuda” (subsidios) para combatir la ´lobesia botrana´ (pollila de la vid). También reclamó la reducción del costo laboral "para ganar competitividad en el mercado mundial".


 


La industria del vino viene experimentando importantes modificaciones que los índices estadísticos no reflejan por el momento. El volumen en cantidad como en precio por exportaciones del último año es similar al anterior, pero la diferencia radica en que se concentra en cinco grupos bodegueros. Se está procesando una monopolización del mercado a ritmos acelerados que tiene directa relación con la tecnificación de la etapa primaria de producción. La bodeguera Susana Balbo, diputada nacional del PRO, es una de la representantes de estos grupos oligopólicos del vino. Su declaración patrimonial de bienes del último año comprueba de los grupos mayoritarios en medio de la crisis, ya que creció mas del 100%.


 


La respuesta de Cornejo ante los reclamos patronales fue la confirmación del envío de $32 millones y una larga lista de compromisos acordados con el gobierno nacional en beneficio de los bodegueros. En una reciente entrevista, el gobernador se pronunció por una nueva devaluación que favorezca a las "economías regionales", licuando el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores (ver Clarín, 5/3). 


 


La izquierda: única oposición


 


Durante las movilizaciones y la fuerte agitación del Frente de Izquierda y el Partido Obrero, la diputada nacional Soledad Sosa fue la única referente política provincial en oponerse a los reclamos patronales y colocar de relieve a los grandes ausentes de la vendimia y sus necesidades: los obreros de viña y bodegas, cuyos salarios no superan los $14 mil con el máximo de antigüedad.


 


Soledad ha denunciado en el Congreso Nacional la destrucción de cientos de puestos de trabajo en las fincas y bodegas, así como la intensificación y flexibilización de la fuerza de trabajo. La "crisis del vino" se ha traducido en la monopolización en los grandes grupos a costa de los pequeños productores y los trabajadores de fincas y bodegas. Los reclamos que se escucharon en la Coviar y las respuestas de Cornejo y Frigerio reforzarán la monopolización de la rama. 


 


Nosotros nos oponemos a esta política que significará una verdadera catástrofe social para las familias productoras, así como para los miles de obreros de viñas y bodegas. Por esta razón, la bancada del Partido Obrero en el Frente de Izquierda ha presentado proyectos legislativos en defensa de los trabajadores y pequeños productores como el subsidio intercosechas, la jubilación anticipada a los 57 años, entre otras reivindicaciones de la clase obrera vitivinícola, como un punto de apoyo para la lucha. 


 


 


También te puede interesar: Mendoza: crisis en la Fiesta de la Vendimia