Políticas

5/4/2007|986

Después de la represión, la lucha sigue

Marchas y carpas docentes


Desde la tardecita del martes 3, una gruesa movilización de docentes salteños comenzó a rodear la Legislatura provincial. La asamblea autoconvocada provincial realizada el domingo 1° había votado esta movilización porque recién esa noche, después de seis semanas de huelga, la Legislatura se ocuparía de los docentes.


 


La asamblea provincial del domingo, muy masiva, había votado la continuidad del paro por tiempo indeterminado, la ratificación del pliego de reclamos y la continuidad de las medidas de acción directa y los cortes de ruta en la perspectiva de una huelga general provincial. Antes de la asamblea, más de mil docentes se habían movilizado a la Legislatura, donde Romero debía inaugurar las sesiones ordinarias. Un inmenso operativo policial impidió a los docentes llegar a la Legislatura.


 


El debate en la Legislatura del miércoles 3 marcó una neta divisoria de aguas. Sólo los legisladores del PO defendieron incondicionalmente la huelga de los maestros. Denunciaron que los fondos para satisfacer los reclamos docentes existen pero que el gobierno de Romero los utiliza para subsidiar a los capitalistas hoteleros, agrícolas y mineros; que el gobierno prepara la cesantía de los maestros huelguistas; y que existe un vasto operativo de espionaje y amedrentamiento contra los docentes.


 


El PJ rechazó el reclamo salarial; usó su “mayoría automática” para imponer una resolución que exige que los docentes vuelvan a clase con la única y vaga promesa de un “diálogo” que deja en pie todos los agravios y no establece ningún compromiso con relación al aumento del básico (el origen del conflicto) y al no descuento de los días de huelga.


 


La resolución de la Legislatura desató un estallido de bronca de los docentes que establecieron un verdadero sitio para impedir la salida de los romeristas. Los diputados oficialistas se vieron obligados a esconderse durante cinco horas después del fin de la sesión. Pero como la bronca docente no amainaba, la policía recurrió a las balas de goma y a los gases; mientras tanto, los legisladores romeristas huyeron dentro de un camión celular que, en su carrera, atropelló a dos manifestantes.


 


En represalia al papel jugado por los legisladores del PO, legisladores romeristas han realizado denuncias penales contra ellos como “instigadores” de la protesta docente.


 


Pero ni la represión ni las amenaza quebraron la lucha. En la tarde del miércoles, una nueva marcha provincial reunió tres mil manifestantes en el centro de Salta. Al finalizar la marcha, al cierre de esta edición, han comenzado a instalarse carpas docentes en la Plaza 9 de Julio.


 


La lucha docente ha puesto en jaque a un gobierno en retirada al mostrar el abismo que existe entre la camarilla romerista y el pueblo de Salta.