Políticas

31/3/2011|1170

Después de Obama, ¿Israel?

En la Facultad de Periodismo de La Plata, a Hugo Chávez le tocó hacer las veces de agorero, cuando se refirió “a estos años críticos desde el punto de vista político-electoral”. Como al oficialismo argentino las encuestas le prometen días muy felices por delante, hay que concluir que el caudillo venezolano está buceando en otras aguas. Solamente un par de días antes, Obama le reclamó a CFK, a través de un reportaje gráfico, que le devuelva los instrumentos secuestrados en un avión norteamericano en misión policial retenido en Ezeiza. Se diría que la diplomacia norteamericana se apresta, mientras interviene en forma militar en Libia y el mundo árabe, a participar en forma activa en las campañas electorales, primero de Argentina, luego en Venezuela.

En este contexto parece colocarse la noticia del diario Perfil que adjudica al gobierno K la intención de archivar el litigio por Irán con relación a la Amia. La provocación no habría alcanzado mayor trascendencia si no fuera porque el gobierno de Israel y sus principales diarios se la tomaron en serio. Es posible que la reacción de Israel sea una represalia por el reconocimiento argentino al Estado palestino, a principios de año, pero el sionismo sabe que eso forma parte de una política de parte de la diplomacia europea y norteamericana para fortalecer al agotado gobierno de la Autoridad Palestina frente a su propio pueblo, cansado de sus traiciones. Si el sionismo ha decidido también intervenir en las elecciones argentinas, como lo ha hecho siempre en el apoyo a ciertos candidatos, la yunta con Obama promete un año electoral fuertemente internacionalizado.

Los dirigentes de la comunidad judía no reaccionaron de modo homogéneo. La noticia fue difundida por un periodista judío, Eliaschev, y afecta a un canciller de igual condición, Twitterman, y la reacción del presidente de la Amia en defensa del gobierno K fue correspondida de un modo muy atemperado por el presidente de la Daia. Hace apenas dos semanas, una enorme delegación del sionismo norteamericano se había reunido con CFK, para soplarle en el cuello su apoyo. ¿A quién creerle? Mientras tanto, el gobierno K sigue sin abrir los archivos sobre el atentado a la Amia, y el sufrido por la Embajada de Israel duerme el sueño de los justos. Esto alcanza para ejemplificar la mugre que se esconde en la diplomacia ‘antiimperialista’ de los nacionales y populares.

A todo este asunto le han dado un nuevo color las revelaciones de un columnista de nota del Washington Post, David Ignatius, que acaba de informar con lujo de detalles del acercamiento de posiciones que se podrían producir entre el gobierno norteamericano y Hezbolla, luego de una visita a Líbano. Hezbolla es la columna vertebral del gobierno corriente en Líbano, que no tuvo problemas en votar a favor de la exclusión aérea contra Gaddafi en la reciente reunión de la Liga Arabe. Según un periodista norteamericano (Contracurrents.org): “De acuerdo a fuentes del Congreso, la Casa Blanca tiene cero interés en atacar a Irán y cree que el secretario general de Hezbolla, Hassan Nasrallah, es alguien con quien Estados Unidos “‘podría entenderse’. Esto podría ayudar a superar al menos algunos de los antagonismos entre USA e Irán”. Nunca debe olvidarse que la ayuda del gobierno iraní a George Bush fue decisiva para el éxito de las ocupaciones de Afganistán e Irak -fronterizas de Irán.

¿Podría ser, entonces, que la carne podrida que largó Eliaschev sea en realidad ciento por ciento kosher?