Políticas

30/4/2009|1081

"Destellos de esperanza"

El producto bruto de los Estados Unidos cayó en el primer trimestre del año, un 6,1 por ciento, luego de otra caída en el cuarto del año pasado, de un 6,3 por ciento. En términos anuales absolutos, esto implica una pérdida de valor del orden de los 700 mil millones de dólares, o sea dos PBI enteros de Argentina. La inversión cayó, en el período un 51,8 por ciento. Esto ocurre luego de una inmensa inyección de dinero por parte del Estado, tanto en el plano fiscal como el monetario. En marzo, la Reserva Federal había acumulado compras de títulos garantizados por hipotecas por más de 1,25 billones de dólares. La refinanciación de la deuda hipotecaria no disminuyó la cantidad de incumplimientos por parte de los usuarios sino que estos se incrementaron, afectando también a la deuda de primer nivel y a la propiedad comercial. La construcción de nuevas viviendas cayó un 48 por ciento. El programa de ‘estímulo’, por 787 mil millones de dólares, fue usado por completo. También en marzo pasado, los precios al consumo cayeron por primera vez desde 1955. La deflación se caracteriza, precisamente, por caídas de este tipo y por las que se registran en los valores de capital y de la propiedad. La deflación incrementa el grado de endeudamiento de la sociedad en valor constante de la moneda.

El colapso de la inversión traza una tendencia hacia la depresión de la economía, que los estadísticos ubican en caídas del 10 por ciento anual, y que desde el punto de vista económico entraña quiebras y el desgaste de valor del capital empleado en la producción.
Estos datos se conocen dos semanas después de que el presidente Obama creyera ver “destellos de esperanza” en la evolución de la economía norteamericana.