Diez mil personas se movilizaron en La Plata

La oposición apoya el reclamo de palabra, pero votó el presupuesto ajustador del gobierno provincial.


Foto:  Camila Almada 


 


El 2 de abril, el pueblo platense se fue concentrando en Plaza Moreno desde tempranas horas de la tarde para participar de las actividades organizadas por las asambleas barriales y los familiares de víctimas fatales de la tragedia. El movimiento de inundados convocó a los familiares de Once, a Apemia, a los inundados de Tigre, Capital y Luján, entre otros, uniendo los reclamos.


 


Las 10 mil personas que finalmente se congregaron bajo la consigna “Memoria, Verdad, y Justicia” denunciando a Bruera, Scioli y Cristina como los principales responsables políticos” volvieron a poner en evidencia que el pacto de impunidad armado por el arco oficial para bancar, incluso, la reelección del intendente, tendrá un arco opositor popular.


 


Un núcleo de asambleas no ha cesado de pelear desde hace 24 meses. Los segundos días de cada mes se concentran en las puertas de la Municipalidad para marchar a la Gobernación. De ese incipiente movimiento surgió la conquista de una audiencia pública en la Legislatura provincial en la que, impulsada por el Frente de Izquierda, los ingenieros, trabajadores sociales, ambientalistas y un conjunto de sectores pusieron en evidencia ante los oídos sordos de la diputada bruerista Valeria Amendolara y del vicepresidente de la Cámara, el camporista José Ottavis, la necesidad de llevar adelante no sólo un plan maestro de obra hídrica, sino de terminar con la política de desmontes al servicio de la especulación inmobiliaria en toda la región.


 


Que en medio de un feriado largo y con distintos obstáculos que afrontaron las asambleas de asambleas barriales, se haya sentido el clamor popular de “Se sabe, se escucha, Bruera es responsable”, es no sólo un enorme alerta para el kirchnerismo, sino una victoria política de una parte importante del pueblo que no quiere más a los Bruera de la especulación ni a los Scioli, quienes encubrieron hasta el día de hoy el número real de víctimas fatales, y a una Presidenta que mira para el otro lado.


 


Hubo en la jornada dos escenarios, pero ambos tenían la misma consigna, nunca se trató de una catástrofe natural, sino de un Estado que lleva adelante una política en beneficio del capital especulativo, que destruye el medio ambiente sólo en beneficio de jugosos negocios a costa de la vida de los trabajadores. Un día antes, el PO, junto al FPDS Corriente nacional y a la Juventud Guevarista, desarrolló estos mismos conceptos en una mesa redonda en la Facultad de Arquitectura. La conclusión de ese debate, por parte del FPDS y del PO, fue la necesidad de consolidar más aún al Frente de Izquierda.


 


La movilización multitudinaria, además, dejó planteada la necesidad de intensificar los esfuerzos por unir a los distintos sectores damnificados, para ir por lo importante, la satisfacción de todos los reclamos. En todo este tiempo, el activismo que ha permanecido vivo, ha hecho una experiencia de lucha contra un Estado, quien no ha respondido más que con el 1% de las obras necesarias. La oposición patronal ha tomado el reclamo de manera puramente demagógica, pues han votado el presupuesto ajustador de Scioli y no han sido consecuentes en cambiar la agenda de Bruera, quien ha ganado casi todas las batallas en el Concejo Deliberante.


 


El desafío para el Frente de Izquierda es emerger como un enorme polo opositor, por los intereses genuinos del pueblo platense que brega por reorganizar a la ciudad sobre nuevas bases sociales.


 Diez mil personas señalaron la responsabilidad política de Bruera, Scioli y CFK. Hay un arco opositor popular.