Políticas

10/5/2001|705

Discurso de Jorge Altamira

Compañeras, compañeros:


Esta gran asamblea que estamos realizando el día de hoy, le tiene que sacar definitivamente las dudas a los explotadores grandes o pequeños de que su política implacable de desocupación, de superexplotación y de represión, no han logrado aplacar el espíritu de lucha ni domesticar a los trabajadores argentinos; lo único que ha logrado, y esta asamblea así lo demuestra, es multiplicar la decisión de rebeldía, el espíritu de lucha, la conciencia revolucionaria de las masas explotadas de nuestro país.


Dos mil Menem no valen un Emilio Alí


Compañeras, compañeros, Uds. saben muy bien que, en la mayor parte de los países del mundo, hoy es un día feriado, un día de fiesta, es un día de conmemoración general. Los gobiernos saludan a los trabajadores en su día, sin reparar que con ese saludo ratifican que ellos están de un lado y los trabajadores están del otro. Este día de conmemoración universal de todas las clases pareciera, en cierto modo, reivindicar o hacer justicia con los 78 obreros norteamericanos, condenados a muerte, es decir, con los mártires de Chicago, que, libraron aquella gran lucha un 1° de Mayo de 1886 y que se transformó en una jornada internacional de los trabajadores.


Este hecho de que sea una conmemoración general, una fiesta y un feriado, vendría a decirnos “perdonen trabajadores, en 1886 nos equivocamos, cometimos una injusticia, fraguamos un juicio, condenamos injustamente a 8 piqueteros norteamericanos, y los mandamos a la muerte. Perdón, trabajadores del mundo, por aquel hecho”. Y como muestra de perdón, el 1° de Mayo será feriado, será una fiesta, será un acto de reconciliación, celebraremos el estado de derecho, el derecho al trabajo.


Este es el significado que la burguesía le da a la fecha de hoy, pero no se les puede perdonar nada, porque 114 años después, a Emilio Alí, como los mártires de Chicago, le fraguaron un juicio y lo condenaron, estos mismos explotadores. No existe el arrepentimiento, no existe la autocrítica, porque el sistema social capitalista no sobreviviría un instante sin la constante superexplotación del trabajador y la represión del trabajador que se rebela contra la superexplotación. Y entonces, tenemos la condena de Emilio Alí, y las muertes de Aníbal Verón, de Teresa Rodríguez, de Víctor Choque y de 1.000 chicos asesinados por la policía de gatilllo fácil, desde 1995 al día de la fecha, chicos trabajadores argentinos de nuestras barriadas, asesinados por la policía del gatillo fácil. Y entonces, el 1° de Mayo, vuelve a ser, siempre fue y nunca dejó de ser la jornada del grito de rebelión de los trabajadores, y no de conciliación. Denuncio en este acto esa gigantesca hipocresía, que pretendiendo hacer un borrón y cuenta nueva con los mártires de Chicago, vuelve en realidad, una y otra vez, a ensañarse con nuestros compañeros. El 1° de Mayo es imborrable, vivirá siempre y será una jornada de combate y de lucha, de protesta y denuncia, del trabajo asalariado contra el capital y una expresión de la confianza del trabajador de que nos libraremos del capitalismo y viviremos en esta tierra como seres humanos, bajo un régimen gobernado por los trabajadores.


Quiero insistir con Emilio Alí, porque él es el prototipo del luchador que va a construir el gran partido de masas en nuestro país y que está a la vanguardia de los trabajadores, porque Emilio Alí, hijo de una familia golpeada y desgarrada, con 16 chicos, a los cuales la miseria y la degradación llevó en su mayoría a la delincuencia, y muchos de sus hermanos, ocupaban la misma cárcel de Batán, en celdas diferentes; los hermanos por delincuentes, y él por luchador, sale adelante por otra vía, no por la vía de la descomposición ni la autodestrucción sino como un luchador; y estos tres jueces que lo condenan, en realidad, condenan la tentativa de Alí de ser un luchador y de ser un ser humano, lo quieren aplastar porque osó vivir como se debe vivir, luchar como se debe luchar.


En un reciente programa de televisión condené la condena a Emilio Alí y la existencia de 2.000 compañeros procesados, e incluso, la acusación contra el secretario general del PO de Salta, Claudio del Plá, como jefe de una asociación ilícita para cortar las rutas de Salta. Así se refieren a un luchador y a un dirigente, que junto a los piqueteros, impone las reivindicaciones de los trabajadores salteños. Cuando hoy denuncié todo esto y le pregunté al conductor del programa, ¿hay 2.000 procesados del otro lado? Tienen uno o dos; de este lado, están los 2.000 procesados; del otro lado no hay nadie, a pesar de que han saqueado al país, robado, matado gente en los puentes, entre Corrientes y Resistencia; de los que antes mencioné, de los acusados por el gatillo fácil, ¿quién está procesado? Pero el conductor del programa, en un último intento por salvar la ecuanimidad de la justicia patronal, me dijo: pero Menem puede llegar a ir preso. Y yo respondo desde aquí, no un Menem, sino 2.000 Menem no valen un Emilio Alí. No hay ecuanimidad, porque la desigualdad, la explotación y la discriminación forman parte de la estructura social, un juez puede tirar fallos, pero nunca puede ser ecuánime, para serlo hay que erradicar este sistema de explotación y ponernos sobre esta tierra todos en igualdad de oportunidades en un régimen donde la confraternidad entre las personas suplante la explotación del hombre por el hombre.


Compañeros, no se me escapa que esta denuncia no se limita a la frontera nacional, miren la masacre ded campesinos en Brasil. El 19 de abril pasado, cuando aquí conmemoramos el aniversario del asesinato de Bulacio, el Movimiento Sin Tierra de Brasil, conmemora todos los años la masacre de Carajás, donde la policía militar brasileña mató a una veintena de campesinos que luchaban por hacer fructificar, ocupándolo, un latifundio improductivo. Pero hoy también se celebra el 1° de Mayo en Turquía, y no quiero pasar sin mencionar este hecho, aunque fue señalado por los compañeros que presentaron el acto, 800 compañeros como nosotros en Turquía, se encuentran en el día 180 de huelga de hambre. Han muerto ya 20 compañeros, 18 en las cárceles como consecuencia de la huelga de hambre, y dos chicas de 18 años, haciendo huelga solidaria y van a seguir muriendo los restantes compañeros, porque ninguno ha tirado la toalla y siguen la huelga de hambre. Y en este momento el gobierno turco y la Otan y Bush saludan el 1° de mayo; y en Turquía, mientras protestan contra el ajusticiamiento de los mártires de Chicago en 1886, matan a su juventud, que reclama que no quiere celdas unipersonales sin ventanas, lo cual significa morir en vida. Este es el rostro único y real del capitalismo, no hay otro.


En Turquía como en la Argentina, en este momento no hay dictaduras militares, en uno y otro país gobierna el centroizquierda, los Chacho Alvarez, los Ibarra, los Juan Pablo Cafiero, los De la Rúa, los Machinea, etc. Es esta misma centroizquierda que se revela cómo realmente es, digamos de esta manera. El Partido Obrero se va a empeñar en una campaña de solidaridad en defensa de los compañeros que hacen huelga de hambre en Turquía. No podemos dejarlo pasar, por una cuestión de principios, porque un compañero que dejemos pasar, una gran lucha que nos sea indiferente, habremos traicionado adentro de nosotros mismos la causa por la que luchamos, mucho antes de que los traidores que igualmente existen se quieran encargar de traicionar nuestra lucha. Y el PO, que como dice la tribuna no baja sus banderas, empieza en medio de la lucha de los desocupados, en medio de las huelgas generales que se vienen y de la crisis económica como compromiso la defensa de la vida de los compañeros trabajadores, luchadores revolucionarios que están muriendo en las cárceles de Turquía.


El fracaso de Cavallo


Compañeros, para orientarnos de aquí en más en la lucha, podemos, rápidamente, presentar un panorama exacto de la situación en que vivimos, para el PO y las coordinadoras de desocupados y las agrupaciones sindicales y las comisiones internas que están aquí presentes, sean de servicio o de la industria, sean del campo o de la ciudad, es muy importante que tengamos claro la situación que estamos enfrentando, para actuar en forma certera en las próximas semanas, y en los días que están por venir. La primera conclusión que les voy a exponer: Domingo Cavallo y el golpe de estado de hace un mes se han terminado. El viernes, Cavallo cavó su tumba, su experiencia se agotó en una crisis, el gobierno entra nuevamente en una crisis política, y la economía argentina en una crisis más grave. Para vender su ingreso al gobierno Cavallo dijo: “No voy a hacer más ajustes; impuestos van a pagar sólo los que emitan cheques; voy a adoptar medidas heterodoxas; no voy a hacer ajustes; los banqueros tienen plata guardada que no quieren prestar, yo se las voy a sacar, y si para sacar esa plata tengo que echar a Pou, presidente del Banco Central, lo echo, pero les sacó la plata, a ellos, no a los trabajadores; no ajuste, heterodoxia, y para embolarles más la vida a todos voy a cambiar la convertibilidad, voy a meter el euro”. Y cuando le decían: “pero nadie entiende por qué querés meter el euro en la convertibilidad”, él contestaba: “precisamente, por eso, para crear algo que nadie entienda”, para poner un freno a la seguridad que los grandes grupos capitalistas tenían cuando especulaban con la Argentina. “Ahora los voy a embolar, cuánto vale el euro, no sé cuánto vale el euro; cuánto va a valer, tampoco sé, pretendo crear confusión, eliminar la certeza, entonces invento una canasta de monedas”.


Este hombre, el viernes, sin embargo, anunció una reducción de 900 millones en los gastos sociales, que golpea fundamentalmente al Pami, a las asignaciones familiares; anunció la generalización del impuesto más antiobrero que hay, el IVA, porque lo pagan los trabajadores cuando consumen; incluso duplicó el impuesto al cheque, que los patrones que firman los cheques y pagan los impuestos después lo transfieren a los precios. Cavallo mandó un programa de ajuste, se olvidó de los bancos, fue corriendo al FMI, hizo lo mismo que Machinea y que López Murphy, y en 30 días se quebró la tentativa de Cavallo de abrir un rumbo diferente, para la clase capitalista; es cierto, pero un rumbo diferente al manejo de la crisis argentina. Se derrumbó completamente, y de yapa, en el acuerdo con el FMI se olvidó de la cesta de moneda, se olvidó del euro. Lo pelaron entero, es decir, se ha producido el completo fracaso del miniplan Cavallo, elaborado hace un mes, que justificó para De la Rúa su ingreso al gobierno. Se ha abierto de nuevo una crisis política, esta tregua que sostiene a Cavallo se acaba con el fracaso del plan Cavallo, y por eso, el sábado, Moyano tuvo que anunciar que acababa la tregua, que estaba obligado él también a considerar de nuevo la perspectiva del paro general.


Si bien los diarios anunciaron el domingo, que Cavallo se había puesto de acuerdo con el FMI y que, por lo tanto, la crisis estaba superada. Pero el FMI condiciona el acuerdo con Cavallo a que además anule la prestación básica universal a los jubilados y liquide inmediatamente esa prestación, la famosa reforma previsional, es decir, le dijo que sólo puede subsistir si aplica íntegramente el ajuste de López Murphy, ese ajuste que provocó una rebelión popular y su caída. Por eso a partir del martes, compañeros, habrá más crisis políticas y nuevos movimientos populares y nuevas perspectivas de lucha. Tenía aquí razón la compañera Mónica, de Varela, cuando recogiendo su experiencia de lucha del movimiento de desocupados, dijo: “lo que tenemos que discutir es hacia dónde queremos llevar nuestras fuerzas, hacia dónde queremos llevar el desemboque, qué salida política tenemos para esta situación. Este es el problema fundamental y éste nos lleva a otro análisis que todavía es más importante para que los compañeros que aquí están presentes, en particular para esa columna vertebral que ha surgido en la Argentina, y que hace al honor nacional frente al mundo, que son los piqueteros.


De las manzaneras a las coordinadoras


Compañeros y compañeras, para que vean el alcance de esta situación. ¿Quién se acuerda de las manzaneras; que había manzaneras, que había un aparato de Duhalde, que tenía agarrado al Gran Buenos Aires con los bolsones de comida, barrio por barrio y calle por calle? Hoy las manzaneras son las compañeras piqueteras de La Matanza, de San Fernando, de Varela, de Berazategui. Qué salto; a veces, no nos damos cuenta de los progresos que realizamos. Pero pasar de las manzaneras a las coordinadoras de desocupados significa pasar de la tutela del Estado, del pordiosero, del cliente del puntero, a la mujer y al hombre que salen a reclamar y se organizan y por eso cuando Patricia Bullrich decide eliminar el control de las coordinadoras de desocupados sobre los planes Trabajar, los compañeros de las coordinadoras de todo el país se rebelan porque saben que la condición para defender esa mísera conquista, sobre la base de la cual se obtendrán nuevas conquistas es que sean controlados por los trabajadores, que haya un control obrero de los planes. Y, sin embargo, hace tres años, mandaban las manzaneras. Ha habido una revolución en el movimiento popular.


Vean mi propia experiencia, como diputado de esta Capital, voy a las casas en desalojo, voy a los lugares donde se lucha como el ex Padelai, la Villa 1-11-14, la Villa 31, y basta que denuncie los planes que se están tramando en el Gobierno de la Ciudad y en la Legislatura contra ellos, para rápidamente barrer con los punteros del Frepaso, los punteros de la Comisión Municipal de la Vivienda, los cadáveres que quedan del punterismo peronista. En Ciudad Oculta se acaba de hacer una asamblea y se han puesto de acuerdo en un proyecto, y el sábado que viene, estoy en Ciudad Oculta, defendiendo y discutiendo este proyecto con los compañeros porque va a ser el nuevo eje de lucha política y reivindicativa, junto a su organización y junto a nuestro partido.


Se ha desarrollado un nivel más alto de independencia popular. Quizá por razones de modestia, los compañeros de San Lorenzo, de Capitán Bermúdez no terminaron de recordarles que durante 19 ó 15 días tuvieron ocupado el municipio, frente a la Gendarmería, preparando para echarlos y ellos dijeron “nos quedamos acá” y terminaron triunfando en esa lucha, y conquistaron el apoyo de la población de Capitán Bermúdez y movilizaron a los trabajadores de San Lorenzo y trajeron dirigentes y activistas sindicales de Rosario. Y éste es un trabajo desarrollado por una pequeña vanguardia, firme, consistente, que tiene su eje en la CGT de San Lorenzo, entre los activistas docentes, entre los compañeros del aceite y municipales de San Lorenzo, que tienen claro adónde quieren ir, organizan, y a la hora de enfrentar una batalla no tienen una posición claudicante.


La conclusión que quiero sacar de esto es la siguiente: la huelga general en la Argentina, no lo va a decretar la CGT. La situación de crisis y el espíritu de lucha han llegado a un punto tal que esta huelga, como todas las grandes huelgas argentinas, será impuesta por una movilización parcial en un lugar, que atraiga a nuevos compañeros, y cuando el país se entere de la envergadura de esa lucha, todo el mundo va a salir a la huelga general, y sólo 48 horas después que haya salido, la CGT va a decir que declara la huelga general. Y si ustedes dicen que esto es la famosa bola de cristal del Partido Obrero, les digo, ¡no! ¿Cómo salió la huelga general de enero de 1919, a la cual hoy se hizo referencia, en los saludos de la Semana Trágica? Comenzó con un conflicto en los talleres metalúrgicos de Vasena, en la zona sur de la capital y se generalizó en una combate de una semana, donde el movimiento obrero, prácticamente, había tomado 50 comisarías y tenía el control de la ciudad. Compañeros: ¿de dónde salió la huelga general del 17 de octubre de 1945? No la llamó Perón, no la llamó la CGT, nació de los frigoríficos de Berisso, que se lanzaron a la huelga general, y al otro día, el 18 de octubre, la CGT declaró la huelga general. Esa es la tradición, esa la historia, y no les digo el Cordobazo, que arranca de las fábricas automotrices y metalúrgicas, se pone en marcha y desarrolla la mayor epopeya obrera que se hubiere conocido, y no les digo del Rosariazo, que hubo tantos que habría que decir cuál de ellos. Entonces, ahora, compañeros, ahora que no hay manzaneras y la tutela estatal está en crisis; ahora que hemos desenmascarado los comités de emergencia, que arman los intendentes para los planes Trabajar: ahora tiene que quedar claro que cada vez que vamos a una lucha por nuestras reivindicaciones, tenemos el que tener el ojo izquierdo consolidando y profundizando la lucha y el ojo derecho llamando al resto del movimiento obrero, en la región, en el país, a los desocupados, a los estudiantes, a la ama de casa, a la clase media, a que se solidarice: ése va a ser el camino, con seguridad, de la huelga general. Este es el problema que tenemos planteado, es el resultado de que es una combinación de la imposibilidad de los de arriba de gobernar, de un lado, y la imposibilidad de los de abajo de seguir aguantando las condiciones de vida que nos quieren imponer los inútiles, del otro.


Hemos convertido este acto internacionalista del 1º de Mayo en una asamblea. Aquí ya se ha dicho por los compañeros del Futrade, por los compañeros desocupados de La Matanza, lo ha dicho José Villalba, cuando subió a la tribuna, el lunes 7 y el martes 8, comienzan los cortes de ruta de La Matanza; los compañeros de Varela han dicho que el miércoles 9 comienzan los cortes de ruta en la zona de Varela. Tenemos la huelga de los compañeros de Recali, los compañeros de Zanón, que vinieron de Neuquén, vinieron aquí a decirles a los trabajadores de la Capital y el Gran Buenos Aires, solidaricémonos, vayamos a la huelga general, también por la causa de Zanón: por la lucha de Aerolíneas. Esto es lo que se mueve en la Argentina y no hay que dejarse impresionar; el imperialismo impresiona, impresiona desde el saco y la corbata, desde la pulcritud de la afeitada, el gesto, parece que tuviera algo, pero no tiene nada, porque aunque tiene una fuerza económica poderosa, no tienen perspectiva y el que no tiene perspectiva no tiene nada.


Del derecho al trabajo a la Revolución


¿Quién hace la historia? En los libros de texto, principalmente antes, en otras épocas, la historia la hacían los hombres ilustres, la hacía Sarmiento, San Martín, Rivadavia, Napoleón, César. Pero la historia la hacen las masas, porque la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases. Y no es una frase que la historia la hacen las masas, porque esto es la consecuencia del esfuerzo del ser humano por emanciparse y superarse constantemente, y eso nace de las propias masas, que hacen la historia sin saberlo.


Los compañeros desocupados que han organizado tantas coordinadoras y han arrancado los planes Trabajar hacen la historia de este país y han abierto un rumbo histórico, pero quizá muchos no saben que la están haciendo. La semana pasada, en Berisso, tuve la oportunidad, brevemente, de contarles a los compañeros de la Coordinadora de Desocupados, que también aquí están presentes que en 1848, en plena crisis social, económica y política, en Francia, con las masas en la calle pidiendo trabajo, el gobierno centroizquierdista que subió en febrero de 1848, declaró que tenía la salida para la desocupación y largó los primeros planes Trabajar, a los cuales Marx se ha referido en los libros, pero que nuestros compañeros que están haciendo la historia y no lo saben ni tampoco de Marx, ni de 1848.


Pero yo les voy a contar toda la película: largaron los planes Trabajar, que eran los Talleres Nacionales, se formaban brigadas de trabajadores para cumplir éste u otro trabajo. Es decir, las mismas cuadrillas de los planes Trabajar; entonces los desocupados se anotaron en masa en los Talleres Nacionales, como hicieron los compañeros, que en tantos lugares van en masa a anotarse en esos planes, a pesar de que son nada más que 120 y 160 pesos. Pero en París, apenas se anotaban, surgieron sus líderes que empezaron a reclamar el control de los Talleres Nacionales, es decir, de los planes Trabajar; parece la historia contada exactamente como si fuera la Argentina del 2001, y estamos hablando de París de 1848. Y al ver que había brigadas obreras en los Talleres Nacionales, que tenían cabecillas, que tenían sus líderes y que querían controlar sus propios planes, la burguesía francesa se asustó. Entonces largó la consigna de reempadronar a los Talleres, echar a los líderes y mandar las brigadas de trabajo, es decir, las cuadrillas de trabajo de los planes Trabajar al interior de Francia, sacarlas de París, sacarlas de Buenos Aires, mandarlas a Corrientes; es decir, descentralizarlas, desarmarlas. Y los obreros de París se dieron cuenta que detrás de ese plan no había la intención de que fueran a trabajar al interior de Francia, sino que la intención era aplastar al movimiento obrero de París. Entonces en junio de 1848, los obreros de los planes Trabajar se levantaron; 100.000 trabajadores se insurreccionaron en un combate cuerpo a cuerpo, contra el ejército francés. La lucha por la defensa del derecho al trabajo llevó a una Segunda Revolución Francesa y a la primer revolución obrera de la historia contemporánea. ¡Miren si las masas estamos haciendo la historia! Los obreros franceses fueron derrotados por el ejército francés y en la lucha murieron 40.000 obreros y cuando un piquetero, piquetero de la práctica y piquetero del intelecto, Carlos Marx, se hizo la pregunta que se tiene que hacer todo revolucionario, por qué fueron derrotados los obreros franceses, contestó que los obreros franceses fueron derrotados porque creían que la solución al desempleo era presionar y obligar a la burguesía a respetar los planes Trabajar, cuando la única vía es derrocar a la burguesía, apropiarse del poder y darse su destino, no confiar en que la burguesía va a respetar el derecho al trabajo.


Esta manifestación de fuerza, del espíritu de lucha del Partido Obrero, de la juventud, que nadie la tiene como el Partido Obrero. Cierro este acto del 1º de Mayo con algo muy simple, recuerden el balance de Marx: nuestro objetivo no son los planes Trabajar, sino abajo De la Rúa, Cavallo y por un gobierno de trabajadores. Nosotros vamos a tener la victoria.