La mesa chica de la CGT ha resuelto realizar un acto en el estadio de Obras Sanitarias para el 17 de octubre, en el marco del Día de la Lealtad peronista. La convocatoria fue lanzada en la sede de Uocra por el sector que lideran Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio).

El acto de la central obrera no tiene como consigna ninguna las tantas reivindicaciones pendientes del movimiento obrero. En Obras, la CGT anunciaría la conformación de un “movimiento nacional político-sindical” de cara a las elecciones de 2023, en vistas a proyectar sus propias candidaturas. La conducción cegetista se retracta así de la perspectiva de realizar un acto junto a Alberto Fernández en Tucumán, como habían consensuado en un principio.

El alejamiento de la movida presidencial no augura sin embargo ningún cambio de orientación para hacerle frente al ajuste del gobierno y los ataques de las patronales, luego de haberle dado la espalda a la lucha del Sutna, que se convirtió en una pelea testigo por la recuperación de los salarios en plena estampida inflacionaria. Esto, a pesar de la intervención oficial del lado de las multinacionales.

Esto marca un contraste total con la convocatoria realizada por el Partido Obrero para el 29 de octubre, en Plaza de Mayo, que será una tribuna de quienes vienen protagonizando la pelea contra el ajuste fondomonetarista y los atropellos de las empresas que pretenden valerse de la inflación para avanzar contra los salarios y barrer las conquistas obreras. Frente a un gobierno del Frente de Todos que actúa respaldando a los capitalistas, el PO llama a que los trabajadores rompan con el peronismo.

Este acto reagrupará a obreros del neumático que vienen de conmover al país con su huelga triunfante, al Polo Obrero que con la Unidad Piquetera viene de acampes en todo el país contra el hambre y la desocupación, además de dirigentes sindicales y activistas de la docencia combativa y los paros de la salud, entre tantos otros sectores en lucha.

Con este elenco, la Plaza de Mayo será el escenario para insistir en la necesidad de pelear por un paro nacional y un plan de lucha. La CGT, por el contrario, rechazó en agosto el planteo que en su propia sede le reclamó la Unidad Piquetera, y sigue dejando en banda a los conflictos en curso. Un “movimiento político” de esta calaña solo puede ser “leal” a los ajustadores.

La diferenciación de la cúpula cegetista con el gobierno se da en medio de la profundización de la crisis de la CGT, con Pablo Moyano amenazando con romper y abandonar la mesa de dirección de la central. Es posible que ese mismo 17 de octubre el líder de Camioneros y otros sectores más alineados con el kirchnerismo hagan una movilización a Plaza de Mayo. Ni unos ni otros, sin embargo, pretenden abrir un curso de intervención obrera para revertir la situación que atravesamos los trabajadores, en momentos en los que crece la indigencia, la pobreza se mantiene en niveles altísimos y el salario obrero pierde cada vez más frente a la inflación.

En acto del Partido Obrero en el Frente de Izquierda estarán presentes también secundaries que se rebelan en los colegios porteños, mujeres trabajadoras que levantan las reivindicaciones contra la discriminación laboral y salarial, y también quienes luchan en defensa del ambiente en momentos en que el oficialismo y la oposición vienen de pactar nuevamente para cajonear nuevamente la Ley de Humedales.

La Plaza de Mayo del 29 será entonces de todos los que luchan contra el ajuste. Por eso, a diferencia de otro engendro “político-sindical” peronista, se trazará una perspectiva política de salida de los trabajadores a la crisis, con la consigna “fuera los políticos capitalistas, por un movimiento popular con banderas socialistas”. Es un planteo que apuntan a que, tras la victoria del Sutna, la clase obrera profundice su intervención con sus propios reclamos y rompa con los bloques que han venido gobernando en las últimas décadas, y abrir pasó así a una transformación social de fondo.