Políticas

20/6/1995|452

Duhalde pasa factura de la crisis a los maestros

Del generalizado hundimiento de las provincias no se salva tampoco la provincia de Buenos Aires. “Si el ritmo de los ingresos fiscales sigue como hasta ahora— declaró el ministro de economía provincial, Remes Lenicov— la provincia tendrá un déficit de 250 millones más o menos” (Ambito Financiero, 5/6)


El colapso de las finanzas bonaerenses demuestra que el trato preferencial que recibe Duhalde del estado nacional (los 600 millones de dólares del “Fondo del Conurbano”), no ha sido suficiente para impedir que la provincia haya llegado al borde de la cesación de pagos.


Esta es una consecuencia de la transferencia de los servicios de salud y educación a las provincias, que Cavallo impuso para “salvar” al “plan económico”.


El hipotecamiento del gobierno de Duhalde es un dato relevante para caracterizar de conjunto la situación de la provincia.


Ataque post-electoral


Duhalde se propone remediar la quiebra con un recorte del 10% en educación. “Son 2.300 millones de pesos anuales los que van a parar a educación. El 10% de ahorro de esa cifra resolvería el problema” (ídem). Este “ajuste” fue deliberadamente postergado para después de las elecciones.


El blanco principal del ataque son los docentes.


Se prepara, para antes de las vacaciones de invierno, una “reforma laboral que tenderá a desalentar y restringir la figura del maestro suplente y a reducir la estructura jerárquica del escalafón docente” (La Nación, 11/6). La medida apunta a una gran reducción del plantel docente, administrativo y de dirección, y a un gran apriete a los docentes en actividad.


Como parte de estas medidas, se contempla una redefinición de “la carga horaria” que, de acuerdo a lo trascendido, implicaría una prolongación de la jornada de trabajo a 6 horas. Además, el ingreso y la promoción pasarían a ser determinados por sistemas de “evaluación”, manejados discrecionalmente por los directivos y funcionarios de turno en lugar de las actuales Juntas de clasificación y disciplina, que cuentan con participación docente.


Se pretende una “modificación del régimen de licencias que actualmente reconoce 120 días corridos por enfermedad para el personal titular y provisionales y suplente con un año de antiguedad” (ídem).


Que la crisis la paguen ellos


¡Pero la crisis no la tienen que pagar los docentes ni la educación!


Sin embargo, los dirigentes de SUTEBA-CTERA, ya han declarado que “los cambios deben responder a motivos pedagógicos”, pretendiendo ignorar los motivos que lo impulsan. La CTERA ya había propuesto la extensión de la jornada a 7 horas, precisamente con argumentos “pedagógicos”.


Llamamos a promover asambleas en las escuelas, sacar pronunciamientos, formar cordinadoras, para impulsar un movimiento de resistencia nacional. Por un Congreso de base de CTERA, sobre la base de delegados elegidos y mandatados por Asamblea para dar una respuesta de conjunto a la ofensiva capitalista.


—Educaciónen todos los niveles financiada por el presupuesto nacional.


—No pago de la deuda externa.


—Salario básico igual a 1.000 pesos para el maestro de jornada simple.


—No a los despidos y superexplotación. —Ocupación plena para los docentes en ejercicio y suplentes sobre la base de un salario que cubra la canasta familiar.


—Defensa de la estabilidad y demás conquistas consagradas en el Estatuto del Docente.