Políticas

16/8/2001|717

Echar a De la Sota, no a los trabajadores

Fiat ha anunciado otros 250 despidos en Córdoba y la suspensión de todo su personal. Renault, por su lado, luego de cinco semanas de inactividad, ha decidido suspender por tiempo indefinido a 500 trabajadores. Los suspendidos de Fiat cobrarán el 75% de sus salarios y los de Renault sólo la mitad, siempre sobre el básico, que es la mitad del de bolsillo.


Los capitalistas siguen descargando la crisis sobre los trabajadores, esto a pesar de todas las medidas que se dictaron en su beneficio, desde el “plan joven”, que autoriza a pagar salarios de 100 pesos; el convenio Fiat-Smata que establece un sueldo de 400 pesos; los acuerdos sectoriales que le han dado numerosas ventajas impositivas. La situación ha superado todos los límites, pues la industria podría parar por completo.


La situación desnuda toda la incapacidad del gobierno provincial, que se ha presentado al país como la vanguardia de las soluciones nacionales. La salida es prohibir los despidos y retomar a los compañeros suspendidos y cesanteados, repartiendo, por un lado, las horas de trabajo disponibles sin afectar los salarios, para lo cual los pulpos deberán recurrir a las reservas acumuladas en su período de bonanza y en los beneficios internacionales que obtienen, por ejemplo en Brasil, que además vende en el mercado argentino. Por otro lado, es necesario reconvertir en parte la industria para producir otro tipo de vehículos y material rodante, para el reequipamiento, por ejemplo, de los ferrocarriles, el agro o el transporte de carretera. La incapacidad para proceder a esta reconversión, de parte de De la Sota y sus mandantes, revela su completa incapacidad para proceder a una reorganización económica y a la aplicación de un plan económico de conjunto dispuesto desde el poder público.


Existe un salida, y por ello la única vía realista es un plan de lucha con ocupación de las empresas para impedir los despidos, suspensiones y rebajas salariales. Las capitulaciones del Smata nos han llevado al desastre. Es necesario asimismo derrotar el golpe delasotista de la “constituyente” trucha, porque De la Sota es el timón político de este manejo antiobrero de la crisis.