Entre el fárrago de pronunciamientos sobre la presente crisis ha aparecido también la que han escrito los Economistas de Izquierda (EDI), que lleva la firma de otras organizaciones, inclusive piqueteras. Los EDI surgieron en la zafra de la ‘nueva izquierda’, que tenía pretensiones de ‘unir en el pluralismo’ pero que ha terminado dividiéndose en la más completa confusión. La mayor parte de la ‘nouvelle gauche’ (MST y otros) ha decidido refugiarse en el apoyo a la patronal sojera. En su momento criticamos la pretensión de que una asociación de ‘economistas de izquierda’, independiente de un partido socialista políticamente definido, pudiera producir otra cosa que formulaciones burguesas, precisamente porque la ‘economía política’ es la ciencia de la burguesía, mientras la del proletariado es la ‘crítica de la economía política, o sea, el cuestionamiento de que la ‘economía’ pueda representar adecuadamente los antagonismos de clase de la sociedad capitalista y plantear su superación.

Los EDI y sus nuevos aliados en esta ocasión han decidido apoyar al gobierno, aunque ‘críticamente’, claro. Pero ni siquiera los Tumini o los D’Elía le dan a los Kirchner un apoyo exento de críticas. Los EDI y compañía se delatan de entrada en el título, cuando proponen “otro camino para superar la crisis”. No parece que el propósito de un socialista, o aun de un izquierdista consecuente, deba consistir en superar los conflictos internos de los capitalistas. Quizá lo que estén buscando los firmantes es que se los tenga en cuenta como ‘mediadores’.

Lo que dice en definitiva el documento en cuestión es que “defendemos e derecho del gobierno a implementar retenciones móviles y cupos de exportación”, sin mencionar en ningún momento que la recaudación por esos impuestos va al pago de la deuda pública que se encuentra en poder del capital financiero. Por eso, en la ‘superación de la crisis’ no incorporan el desconocimiento de ese despojo nacional que es la deuda externa. Quizás aleguen que hasta Chávez la está pagando con yapa. En definitiva, los EDI se colocan con el gobierno, contra el ‘campo’, con el programa del gobierno.

El documento alega, para apoyar “el derecho del gobierno”, que “para el movimiento obrero y las clases subalternas… no resulta ocioso ni indiferente… la intervención estatal…”. Por supuesto que no, puesto que es la responsable del techo salarial en las paritarias regimentadas y de que se mantenga en pie la burocracia sindical. Esa intervención determina que el grueso de la carga fiscal la paguen los consumidores y no los capitalistas y que, finalmente (nota a los piqueteros), la ayuda al desocupado siga en 150 pesos. Pero los EDI apoyan al gobierno en la presente crisis, precisamente para respaldar una intervención anti-obrera y confiscatoria de los trabajadores.

Los EDI no han registrado siquiera lo que los EDB (economistas de la burguesía) sí alcanzaron a observar: que “en 2007 las transferencias al sector privado en servicios económicos alcanzó a 16.100 millones versus retenciones que totalizaron 20 mil millones (de las cuales más de un 70% fue aportado por el sector agropecuario)” (Informe Estudios Bein – 2/4). O sea que las retenciones agropecuarias fueron íntegramente transferidas a otros ‘sectores privados’. ¡Qué linda es la ‘intervención estatal’ que juramos defender!

El núcleo de la posición de los EDI es la que ya señalamos: “superemos la crisis” (que nos pone tan nerviosos), “afectemos las ganancias” de los más fuertes, “comencemos” a discutir nacionalizaciones, formemos una ‘Junta Nacional de Granos’. Todas frases vacías: el concepto fundamental es ‘restablezcamos la unidad de la sociedad y del Estado’. Pero las crisis, al menos para los críticos de la economía política, son la oportunidad para plantear el problema del poder, para explicárselo a las ‘clases subalternas’ y ayudarlas a salir del círculo vicioso esclavizador de verse obligadas a elegir entre diferentes clases de amos.

J.A.