Políticas

11/3/1999|618

Edesur debe ser intervenida

Luego del escandaloso corte de energía que sufrieron durante 11 días los 200.000 ‘clientes’ de Edesur —un millón de vecinos afectados— nadie ha sido indemnizado. Deberán esperar hasta el 15 de marzo, cuando les llegue el descuento en la boleta y, eventualmente, reclamar a partir de esa fecha el pago efectivo de lo que falte, mediante una petición individual. Para los pequeños comerciantes afectados, hay créditos del Banco Nación y del Ciudad, es decir, más deudas.


Conspiración


El Ente regulador (Enre) estableció que Edesur deberá pagar indemnizaciones por unos 90 millones de pesos. La empresa, sin embargo, ha dicho públicamente que no acepta esa cifra y plantea pagar apenas 10 millones.


En la estafa no está sola: todo el clan de privatizadores salió a hacer lobby por Edesur: “Edenor, Aguas Argentinas, Metrogás, Telefónica y Telecom, que se mostraron unidas ante la contingencia, reclamaron que no se acepte la sanción” (Página 12, 2/3). Las multas especiales, dicen, “afectan la seguridad jurídica (¡de sus negociados!)” (Clarín, 28/2). Esas multas pondrían en peligro el conjunto de las privatizaciones. Ante esta presión, el gobierno renunció a sacar un decreto ratificando la resolución del Enre. Es decir que se sumó a la conspiración de los privatizadores.


Esta ‘presión’ también explica que la amenaza de quitarle la concesión haya sido completamente abandonada. El menemismo quiere ‘ganar’ a los pulpos de los servicios privatizados para la causa de la re-reelección, presentándose como el más seguro garante de sus intereses contra el pueblo.


Pero como las privatizaciones son ‘política de Estado’, también los ‘opositores’ han salido a defender a Edesur. Terragno, designado por la Alianza para manejar el ‘caso’, opinó que “hay que tener mucho cuidado con tocar el monopolio eléctrico” (Página/12, 20/2).


Estamos en presencia de una verdadera conspiración capitalista ‘privada-estatal’, que muestra la conciencia que tiene la propia burguesía de que el colapso de Edesur ha puesto en cuestión al conjunto de las privatizaciones y a su régimen político. Como lo señaló La Nación (25/2) “el caso Edesur es a las empresas que operan en la Argentina lo que el efecto Tequila fue a la convertibilidad. Volvió a instalar discusiones que no formaban parte de la agenda: en este caso, la legitimidad de los procesos de privatización y el papel de las autoridades de control…”.


Los cortes siguen


Mientras privatizadores, oficialistas y ‘opositores’ conspiran contra el pueblo, los cortes de energía siguen. El 3 de marzo, mil usuarios del microcentro se quedaron sin luz (Clarín, 4/3). El último fin de semana de febrero, la costa atlántica y gran parte del sudeste bonaerense tambien sufrieron cortes de luz, y lo mismo ocurrió con barriadas de La Matanza. Los habitantes de dos localidades de Catamarca (Quirós y Las Liebres) hace cuarenta días que no tienen luz. La privatizada Edecat dice no tener materiales ni personal para reparar los desperfectos.


En los últimos días, otra vez, los cortes volvieron a la zona de Congreso, una de las más golpeadas por el corte de once días. Los vecinos denuncian que el suministro nunca volvió a ser normal desde que ‘volvió la luz’. Al momento de escribir estas líneas, los barrios porteños de Devoto, Villa del Parque, Parque Avellaneda y Floresta sufren un corte que ya lleva 24 horas.


Edesur debe ser intervenida


El colapso energético que azotó a la Capital y que ha comenzado a golpear al Interior es la directa consecuencia del régimen privatizador: reducción de personal, de inversiones, de guardias y materiales para aumentar los beneficios de los especuladores bursátiles que manejan la empresa. Es lo que ocurre también con las restantes empresas privatizadas.


Si las privatizaciones significaron, inicialmente, un saqueo de los trabajadores y de los usuarios, el salvataje de los privatizadores en crisis plantea una expropiación nueva y superior. Para garantizar la normal prestación del servicio y la plena indemnización de los usuarios afectados, el Estado tiene que intervenir Edesur bajo el control de los trabajadores y las comisiones de vecinos.


Nada podemos esperar de este régimen que conspira para salvar a los privatizadores. La organización independiente de los vecinos trabajadores y su movilización es el único camino para imponer nuestras reivindicaciones.