Políticas

26/6/1997|545

El 12, a la Asamblea Nacional en Ferro

La reunión de 120 compañeros en una asamblea general en Piedra del Aguila, Neuquén, para organizar el movimiento de los desocupados, es una manifestación concluyente del efecto movilizador y orientador que ha tenido el llamamiento a una Asamblea Nacional de las organizaciones partidistas y no partidistas que están empeñadas en ofrecer una política independiente de los tres partidos oficiales del régimen actual y de sus burocracias sindicales.


El conjunto de las localidades en lucha de Neuquén tiene previsto una asamblea provincial para el próximo 5 de julio. Asistirán organizaciones en lucha de Piedra, Cutral Co, Centenario, San Martín de los Andes y la capital provincial.


Lo mismo ha ocurrido en Salta con la realización de la asamblea de luchadores de Tartagal-General Mosconi, donde participaron unos 70 compañeros, entre ellos destacados luchadores de la reciente pueblada. La asamblea decidió realizar una asamblea de toda la provincia el próximo sábado, que no solamente avanzará en establecer directivas de lucha, sino también una fuerte participación en las próximas elecciones. Los compañeros de Salta tienen previsto organizar listas frentistas en siete grandes distritos de la provincia: Güemes, Embarcación, Tartagal, Capital, Cafayate, H. Yrigoyen y Aguaray.


En el Chaco también se manifiesta la orientación con que se convoca la Asamblea Nacional, pues la izquierda está avanzando en la inmediata conformación de un frente, mediante la discusión de un programa y la realización de una asamblea provincial que tendría lugar el 5 de julio.


Lamentablemente, los partidos de izquierda ignoran toda esta movilización y no quieren ser parte de una convocatoria conjunta, a pesar de que fueron invitados a ello reiteradas veces durante seis meses seguidos. Se enfrentan, con esta conducta, contra propósitos históricos del movimiento revolucionario y socialista.


Primero, al método de la asamblea para resolver las cuestiones del movimiento de las masas en lucha; después de repetir en forma demagógica que las “bases decidan”, cuando está comprobado por la historia que las masas no pueden decidir en forma adecuada si no es por medio de la acción del partido en su seno, o sea a través de un programa que refleje la experiencia histórica de la clase obrera; después de eso, rechazan el método ‘soviético’ por excelencia, si se puede decir así, que es el frente único en el marco de una deliberación colectiva con la participación de sus organizaciones.


Segundo, se oponen a la fusión en un mismo movimiento de alcance político general de los diversos sectores en que están organizados los explotados. El trabajo común de las organizaciones partidistas y no partidistas sirve para superar la división que con mayor tenacidad ha tratado de consolidar la burguesía.


Tercero, rechazan la unión en una acción concreta de los diversos movimientos de lucha del momento: fogoneros; piqueteros; estudiantes; obreros huelguistas o que luchan contra la superexplotación; mujeres que se movilizan contra la denegación de sus derechos; el movimiento policlasista que lucha contra el ‘gatillo fácil’, los crímenes políticos del menemismo y la corrupción de todos los poderes del Estado; y, finalmente, los partidos políticos combativos y de izquierda.


La Asamblea Nacional va a discutir una orientación política frente a la situación en su conjunto; esto es lo que eleva al movimiento reivindicativo a un plano superior y esto es lo que realmente lo une, porque le da proyección política.


Naturalmente, esta Asamblea Nacional es un principio, pero el principio de un camino que ofrece un desarrollo rico, profundo y múltiple a la vanguardia del movimiento obrero, a los luchadores y a las masas.