Cada día que pasa se hace sentir más la necesidad de un planteo convocante de alcance nacional, para enfrentar en forma decidida a la política y al régimen del menemismo.

La CGT, sin embargo, está concluyendo su pacto con el gobierno y las patronales, que entrega la indemnización por despido, las vacaciones, la estabilidad laboral, la jornada de ocho horas y hasta la estabilidad de los salarios. Lo hace porque le prometieron que a cambio de ello le garantizaban el control indefinido de los sindicatos.

Las organizaciones opositoras a la burocracia entreguista han convocado, en cambio, a un acto en Plaza de Mayo para el próximo viernes. El empeño, sin embargo, no debe ser tan consecuente, porque a 72 horas de lo que iba a ser una ‘marcha federal’, luego una ‘marcha’ y finalmente una ‘concentración’, la ‘sensación térmica’ de la movilización no ha llegado a nadie.

Es que estas direcciones son tan cómplices como la CGT en el avance de las políticas patronales en sus propios sindicatos. Desde un punto de vista más general, los opositores de la CTA o del MTA plantean la lucha contra el menemismo mediante el ‘uso del voto como castigo’, es decir, apoyando a los patronales Frepaso o UCR; si no fuera así, estarían luchando para que los trabajadores tuviéramos nuestro propio partido. Para estas direcciones, las ‘marchas’, sean ‘federales’ o ‘unitarias’, deben servir como punto de apoyo a los partidos patronales opositores o como ‘testimonio’ popular.

Por eso no hacen nada entero, a fondo, consecuente o decidido.

Es que las burocracias opositoras están vinculadas o comprometidas con la permanencia del actual sistema de explotación, como cualquiera de las burocracias oficialistas.

Sin embargo, los trabajadores necesitamos más que nunca de nuestras organizaciones y necesitamos crear con la lucha nuevas organizaciones. El agotamiento del régimen menemista y la tendencia a la rebelión popular empuja con la fuerza de una necesidad objetiva en esa dirección.

El sábado 12, en el estadio de Ferro, se reunirá una Asamblea Nacional donde numerosos sectores de la vanguardia trabajadora discutirán una estrategia política y un plan de lucha para: 1) darle a la lucha en curso unidad y alcance nacional; 2) organizarla en función de una perspectiva política independiente de los partidos patronales.

Nuestra agenda es:

• el viernes en Plaza de Mayo, junto a todos los compañeros que aún creen en las burocracias opositoras, para reclamar que convoquen a un paro nacional;

• el sábado en Ferro, para estar presentes en la única iniciativa, tanto práctica como teórica, deliberativa como resolutiva, táctica como estratégica —la única iniciativa concreta, en fin, para discutir una política de conjunto para la clase obrera y los explotados y votar un plan de acción.