Avanza en la legislatura bonaerense una Ley de Emergencia Administrativa pedida por el gobierno de Vidal,  que permite manejar de manera discrecional el presupuesto-reasignando partidas y contratos con el Estado, salteando controles y plazos de licitaciones y atacando los derechos laborales de los empleados públicos.

Esta ley habilita la creación de un nuevo Régimen de Contratación de Servicios, por fuera de la ley 10,430 que regula el trabajo estatal, y que explícitamente no reconoce ningún tipo de estabilidad laboral ni compromiso de continuidad a quienes ingresen a cumplir tareas bajo esta modalidad. Se suma en la misma dirección el decreto 230, que otorga derechos de cesanteo a los ministros, la suspensión de seis meses de las cláusulas de derechos laborales del estatuto municipal y la resolución ministerial que plantea la posibilidad de contratar empresas privadas para reemplazar a los empleados de maestranza de las escuelas.

Esta ley, que habilita negociados y multiplica la precarización laboral, ha sido aprobada en el Senado con votos del massismo y el bloque del PJ. En diputados, alcanzarían los votos de la coalición parlamentaria de Vidal con el massismo y el FAP para aprobarla. El acuerdo Vidal-Massa-Stolbizer ha transformado a la Legislatura en una caja registradora que vota a libro cerrado una ley tras otra de poderes extraordinarios para la gobernadora.

La sesión de Diputados fue precedida por una movilización importante de trabajadores de la provincia, donde por primera vez confluyeron la mayoría de los gremios que vienen en conflicto por paritarias. Hubo una marcha de 10 mil trabajadores, donde se destacaron las columnas del Astillero Río Santiago (que concurrió por resolución de asamblea contra la conducción de ATE), de Judiciales y Cicop que vienen de paros de 72 horas semanales y de los Suteba Multicolor, que pararon y movilizaron por los reclamos salariales que la conducción celeste ha abandonado. Marchó también una delegación del Suteba celeste, a pesar de que Baradel entregó la paritaria hace meses, por debajo de la inflación y dividiendo el reclamo de los estatales de la provincia.

Esta gran movilización, que confluye cuando los conflictos se arrastran hace dos meses, está muy lejos del potencial de un plan de lucha unificado contra Vidal, con la fuerza de los que se han emprendido en Tierra del Fuego, Santa Cruz, Mendoza o Santiago del Estero. La mesa de unidad entre las direcciones de Suteba, Soeme, ATE, AJB y Cicop, se ha limitado a convocar una movilización para rechazar la Emergencia a la sesión del 19, y empezar a pensar un paro sólo para la segunda semana de junio.

Pero las paritarias de judiciales, médicos y el Astillero difícilmente esperen otro mes. La paritaria estatal sigue en un 15%, a pesar de la orden judicial de reabrirla, y los docentes vienen parando frente a cada convocatoria masivamente, mostrando la enorme presión por la reapertura de paritarias.La falta de un plan de lucha unificado le ha dado medio año de changüí a Vidal, que gambetea los conflictos abiertos en toda la provincia sin correrse de su plan de ajuste. Ni siquiera se ha hecho un plan de lucha único de los gremios que pertenecen a la CTA Autónoma, llegando a un extremo de dispersión burocrática. Mientras tanto, siguen los despidos en privados, como Massalin, Eitar, Mascardi o Tenaris, sin que ninguna de las centrales se mueva en apoyo a los conflictos en curso.

Necesitamos un Congreso de Delegados de Base de todos los gremios, para votar un plan de lucha unificado, como lo empezaron a hacer los trabajadores de Mendoza, como lo hacen los plenarios de delegados de base de los Suteba Multicolores. Se han aprobado mociones en ese sentido en los congresos de Cicop, ATE, y estaba en debate en el de judiciales, que pasó a cuarto intermedio. La movilización del 19 es una gran posibilidad de poner en pie una unidad del movimiento obrero bonaerense para pelear por la derrota del plan de ajuste de Vidal. Es clave marchar el 19 con una gran columna de la izquierda y los sectores antiburocráticos y clasistas para pelear por la unificación de todas las luchas en un plan de acción y un programa común. El pliego de reclamos tiene que incluir a todo el movimiento obrero en lucha:

 

• 
  Abajo la emergencia administrativa y los decretazos de Vidal
• 
  Ningún despido. Ocupación de toda empresa que cierre
• 
  Reapertura de las paritarias estatales. Ningún trabajador por debajo de la canasta familiar
• 
  No al tarifazo
• 
  Aplicación inmediata del boleto educativo gratuito. Triplicación del presupuesto de Salud y Educación