Políticas

30/3/2006|939

El 24 en el Hospital Ramos Mejía


El día 23 a las 11, en el hall del Hospital Ramos Mejía se desarrolló el acto conmemorativo del 24 de Marzo, a 30 años del golpe militar, coordinado por la Comisión por la Memoria del Hospital. Durante la semana se desarrollaron distintas actividades, como la proyección de diferentes documentales y la creación de una galería que permitía hacer un recorrido desde 1972/73 hasta la actualidad, donde “misteriosamente” fue arrancado y reemplazado el panel que se había armado en referencia a la brutal represión de Las Heras, los cortes en Gualeguaychú y las fotos de Cromañón, por un cartel que bajo el título de “América Latina camina”, acompañaba las fotos de todos los presidentes centroizquierdistas, incluida la foto de Kirchner. Ante esto, hubo rápidamente que volver a conseguir fotos y realizar una nueva cartelera, que coexistió con la de Lula, Tabaré Vázquez, Bachelet y compañía.


 


 


Al acto concurrió el secretario de Salud de la Ciudad de Buenos Aires. Se leyeron íntegras, entre otras, las adhesiones del PO-Polo Obrero, otra de la lista Violeta-Blanca, y el documento central, que fue el resultado de una cerrada discusión política sostenida durante la semana previa, en el que pudimos evitar que se licuara todo contenido de denuncia a la violación actual a los derechos humanos. Junto al relato de ex detenidos-desaparecidos, padres de víctimas de la dictadura, madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y representantes de diferentes organismos de derechos humanos, contamos también con la concurrencia de los compañeros del Hospital Francés, que incluyó la intervención de uno de sus delegados contra el cierre de dicho nosocomio, lo que curiosamente puso muy nerviosos a los “progres”.


 


 


¿Cómo pueden escindir la lucha de los 30 mil detenidos-desaparecidos, la inmensa mayoría de ellos trabajadores, de la lucha actual por la elemental defensa de los puestos de trabajo? Todo un misterio, que podríamos denominar “la gran Carlotto”: para que no desaparezcan físicamente los trabajadores que luchan ahora, hacemos “desaparecer” sus luchas con un mero acto de voluntad. Es decir, hacemos desaparecer la lucha de clases. Las luchas “no están, no existen, se evaporaron” (¿eso no lo había dicho Videla?). Los centroizquierdistas no se pueden dar cuenta de cuán cerca están del fascismo.


 


 


No podemos dejar de mencionar que se hizo presente también una madre-víctima de Cromañón, quien se encontraba muy mal de ánimo como para entablar la lucha política con el fin de tomar la palabra. De todos modos, sentimos que el acto representó un triunfo político, porque la verdad es la única realidad, y la verdad fue dicha.