Políticas

18/3/2010|1120

El 28 de marzo votemos trabajadores al Concejo Deliberante


Cuando faltan pocos días para las elecciones, el Partido Obrero refuerza su campaña electoral que tiene como objetivo llevar trabajadores al Concejo Deliberante para solucionar los problemas de conjunto de la sociedad capitalina.


En una seguidilla de foros-debate en las que participamos, todos los candidatos fueron redefiniendo los límites del oficialismo y la oposición de derecha en cuanto a presentarse como alternativa de solución a problemas como las altas tasas, impuestos y alquileres, hacinamiento en los barrios del oeste, inseguridad, transporte, cultura, trabajo y salario.


Desde el Partido Socialista, con candidatos que reivindican constantemente la condición de no ser socialistas; desde Encuentro por la Ciudad, que vendría a ser la lista kirchnerista que reivindica la política de “derechos humanos y latinoamericanista” de los “nacionales y populares”; desde el Partido Demócrata, que propone reforzar el aparato represivo; desde el PRO, con la misma dirección represiva que ya supieron mostrar en la Ciudad de Buenos Aires, pasando por la Coalición, por el justicialismo, todos demostraron con sus discursos el reforzamiento de la orientación social antiobrera que prima en la ciudad de la mano de la UCR.


Todos hablan de la participación democrática, pero no se les cae una sola oración que tenga que ver con garantizar las condiciones materiales para llevar adelante esa participación y que pasa por terminar con el trabajo en negro, garantizar el salario mínimo igual a la canasta familiar para todos los trabajadores del turismo, del comercio o del municipio.


Sí aluden a los trabajadores, a los pobres, cuando se trata la inseguridad. En esto tienen responsabilidad tanto el PTS como el MST, al coincidir con el oficialismo y la derecha en que el problema del delito se termina con salario, con trabajo, con políticas de inclusión social, educación y contención. Como si los chorros fueran los pobres.


Desde el Partido Obrero denunciamos esta maniobra y decimos que mientras más policías haya más crece el delito. El narcotráfico, la prostituciòn (que para Leiva, candidato de la Coalición, debe ser un atractivo turístico más, controlado puertas adentro), la especulación inmobiliaria y el juego son organizados desde arriba, desde el mismo aparato estatal descompuesto. Nunca por los desocupados, pobres y marginados.


La ciudad de Mendoza es la puerta a la actividad turística de la provincia. Esta actividad económica descansa sobre una base social que es de miseria y explotación laboral hacia la juventud, de la represión y persecución a los artistas callejeros, artesanos, vendedores ambulantes, cartoneros, limpiavidrios y todo aquel que “ensucie” la ciudad. Una capital llena de limitaciones. Desde el Partido Obrero decimos que sobre la base de la desvalorización del trabajo se está hipotecando el futuro de la ciudad.


La privatización de la capital es bochornosa. Una capital en donde priman las construcciones suntuarias, los hoteles cinco estrellas y sus casinos, la cultura convertida en el lucro del espectáculo, la limpieza racial en nombre de la seguridad, la marginación y crisis habitacional, no es lugar atractivo para desarrollar ninguna actividad turística como desarrollo material propio del pueblo.


En este sentido, una banca del Partido Obrero en el Concejo Deliberante tiende a ser un canal de expresión y organización de todos los sectores oprimidos por las políticas de limitaciones y exclusiones del intendente Fayad y el Concejo cómplice, que son meros gestores de los reclamos de los empresarios.