Políticas

1/8/1996|504

El 8 de agosto Paro General y Plan de Lucha

Hasta que se deroguen los decretos antisalariales de Menem y Cavallo

Cavallo cayó. Pero los decretos de reducción salarial que eliminan total o parcialmente las asignaciones familiares para el 80% de los trabajadores siguen vigentes. El ‘nuevo’ equipo económico los ha ratificado; todos sus integrantes han apoyado a Cavallo y han sido habitués de los gobiernos antiobreros desde el Rodrigazo del ‘75, pasando por la dictadura militar hasta el día de hoy.


El nuevo gabinete tiene en carpeta una serie de medidas antiobreras, como la extensión del IVA al transporte, el aumento del gasoil, la profundización del ataque contra las Obras Sociales sindicales, los despidos en la administración pública, etc. Se trata de seguir pagando la deuda con los bancos imperialistas a costa del hambre y la miseria de los de abajo.


Por eso: la caída de Cavallo ha sido para el movimiento obrero y de los explotados sólo un paso. Ahora hace falta derogar los decretos contra el salario y la salud de los jubilados (le retiran más de 500 millones de pesos al PAMI). Esta es la consigna central de la lucha de los trabajadores: De-ro-ga-ción de los decretos antisalariales de Menem y Cavallo.


Por eso es necesario ratificar en Asambleas de Fabrica y Plenarios de Delegados de los sindicatos el paro general del 8 de agosto al que han ido convocando todas las centrales obreras y votar un Plan de Lucha Nacional, con un paro activo de 36 horas para la semana siguiente. La lucha debe continuar hasta que se deroguen los decretos. En el transcurso de esa lucha tenemos que avanzar en la organización y coordinación de interfabriles, de asambleas populares que reúnan no solo a los obreros, sino también a los desocupados, a los estudiantes y a las barriadas en lucha.